Aunque su trabajo siempre ha sido defender, Keilor Soto siempre ha tenido un instinto goleador porque desde pequeño le encanta anotar goles.
“Es algo que sentí desde la primera vez que le pegué a un balón y en realidad en la liga menor de San Carlos, y aunque era defensa central siempre iba a buscar el gol, inclusive en el alto rendimiento siempre estuve entre los goleadores del equipo”, contó Soto.
-¿Por qué esa idea siendo defensa?
Porque sentí la necesidad de hacer algo diferente y no simplemente quedarme con la idea de marcar a un rival.
-¿Desde sus inicios arrancó jugando como zaguero?
Creo que lo traigo en la sangre porque mi padre, Carlos Soto, que jugó en tercera división con el Deportivo Ferry de La Tigra de San Carlos, jugaba ese puesto.
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-¿Es cierto que su papá lo corregía cuando se jalaba una torta?
Él siempre estaba detrás del marco y cuando hacía algo mal me corregía y eso sin duda me ayudó a crecer mucho y a cometer menos errores.
-¿Alguna vez le dijeron que por su estatura no jugara en la parte de la retaguardia?
La verdad nadie me comentó nada de eso. Sí reconozco que por mi tamaño, siempre he trabajado dos aspectos claves, saber cómo poder pelear bien una pelota aérea con alguien de mayor tamaño y cómo llegar a tiempo para anular a un rival con más cuerpo.
-¿Se acuerda de su primer gol?
Sí, se dio contra el Santos jugando con San Carlos. Me gustó mucho, pero ese día perdimos 2-1 (fue el 30 de noviembre del 2003, de acuerdo a la información de la Teja).
-¿Cómo se hizo penalero?
Esto también arranca en liga menor, en el alto rendimiento norteño era el penalero.
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-¿Tuvo alguien que lo aconsejara en este caso?
Sí, Andrey Campos siempre me decía, ‘vaya tranquilo y siempre tenga confianza en el remate’.
-¿Un penalero cómo decide a qué lado patear?
Siempre tengo claro que puedo patearlos a cualquiera de las esquinas o bien al centro, y en Pérez Zeledón todos los días entrenamos cinco penales.
-¿Recuerda su primer penal?
Llegó de visita contra Ramonense, ese día anoté doblete con Brujas (fue el 16 de noviembre del 2008 y el partido quedó 2-2).
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Keilor también tiene don de mando
Soto también se ha ganado el derecho a ser el líder y capitán del cuadro donde esté jugando.
“Gracias a Dios es algo que desde pequeño siempre sentí, tuve que aprender mucho", expresó.
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-¿Qué le falta en su carrera?
Mi sueño es llegar a un mundial. Camino a hacia Brasil, (Jorge Luis) Pinto me llamó 11 veces, pero al final no se dio. Espero conseguirlo con Gustavo Matosas.
-Nos dicen que usted ayudó a su esposa con un libro de fútbol que ella escribió, ¿es cierto eso?
Ella lo hizo casi que sola, pero cuando me consultó algún tema ahí estuve, por ejemplo le indiqué qué tipo de aspectos se podían escribir y cuales no, porque varios son de camerino y ahí deben quedarse.
-¿Es cierto que su hijo Matías podría seguir la carrera del tata?
Matías cumplió en diciembre ocho años y ya juega con la U nueve del Pérez. Espero que crezca en el fútbol, eso sí, que no juegue atrás.
-Cuando tome la decisión de colgar los tacos, ¿le gustaría hacerlo con San Carlos?
Sí lo he pensado, estuve a punto de firmar con ellos para el Clausura, pero el técnico que estaba ahí dijo que no. Dios indicará cuando.