La costarricense Catalina Rivera tuvo un rudo compromiso en el mundial de karate estilo Kyokushinkai, en Polonia, ya que se dio una situación que no se esperaba.
Resulta que Rivera, de 37 años, iba preparada para pelear contra karatecas veteranas como ella; sin embargo, se topó con una sorpresa.
Resulta que la organización metió a las de su categoría junto a las sub-21, quienes tienen entre 18 y 21 años, algo que le dificultó cumplir su objetivo.
La tica se topó con Martyna Rubik, de 19 años, quien fue la subcampeona mundial. Aunque la polaca es más rápida, por ser más joven, la nacional le complicó la vida. La pelea se definió en un segundo round y por decisión dividida de 3 a 2.
Los árbitros de las esquinas le dieron dos banderas a cada una, entonces el juez central debió decidir y le otorgó el punto a la anfitriona.
“Me tocó contra una polaca 17 años menor que yo. En este karate puede haber hasta tres rondas de dos minutos, en este caso hubo dos y siento que la decisión fue algo injusta porque pudimos tener la otra ronda.
“Es una de las mejores peleas que he hecho en mundiales y la organización la destacó”, dijo Rivera.
Añadió que su preparación es contra hombres de 75 kilos, más pesados que ella, y donde la rápida es ella. En Polonia se topó todo lo contrario.
“Eso es lo que me hace falta, fogueos, más torneos internacionales. Estoy muy contenta, pero no satisfecha”, dijo.