Junior Díaz era niño cuando su enteró de un curioso detalle sobre su famoso papá, el exjugador del Saprissa, Enrique Díaz Harvey, que siempre se mantuvo en secreto hasta que hace poco el Zancudo se lo confesó.

A pesar de ser uno de los referentes del cuadro morado entre los años ochenta y noventa, el Zancudo siempre fue manudo y se retiró del fútbol sin cumplir una de sus ilusiones, vestir los colores del equipo de sus amores y que por cuestiones del destino le corresponden defender a su hijo.

Junior confesó que se sorprendió cuando escuchó a su padre hablar en televisión nacional sobre el tema (él ya lo sabía) y recalcó que ahora don Enrique se siente muy contento de verlo en la Catedral, por lo que ahora hará trillo para ir a verlo jugar al Morera Soto.

“Mi papá está muy feliz con la decisión que tomé, así que primer partido que juegue acá, él va a venir a verlo, solo estamos esperando que inicie el torneo”, comentó Junior Enrique.

Así que la oportunidad que le dio Alajuelense al exmundialista de Brasil 2014 para este semestre, luego de que el Herediano no le renovó el contrato, es otro sueño que el Zancudo podrá vivir a través de su hijo.

El otro sueño del Zancudo fue jugar un Mundial de fútbol, el que se le truncó al quedar fuera de la lista final a Italia 90, pero que su hijo cumplió varios años después.

“A él siempre le gustó la Liga, él ya me había contado esa historia antes de que la hiciera pública y honestamente a mí también me sorprendió”, contó Junior.

Toda esta situación es más una anécdota jocosa que otra cosa para Junior y de la que aprendió el valor del profesionalismo que su tata demostró en aquel momento, ya que él nunca dejó que su corazón interfiriera con su brete.

“Él tuvo la posibilidad de venir acá (a la Liga) y no se le dio, porque en aquel momento era una mejor opción lo que le planteó Saprissa y decidió ir allá.

Yo les digo una cosa, en Saprissa nadie le puede reclamara nada, porque allá él es ídolo, ganó campeonatos, hizo historia y montaba shows adentro de la cancha, con eso es lo que la gente se queda. Siempre fue muy profesional”, indicó.

De su papá también podrá conocer de parte de un testigo de primera línea qué se siente jugar un clásico nacional, partido que don Enrique disputó durante doce años, entre 1984 y 1996, año en el que decidió colgar los tacos jugando para los morados.

“Esto del fútbol es muy cambiante, uno nunca sabe dónde puede estar los próximos seis meses, en un momento pensé que me retiraría con el Herediano y soy honesto con eso, porque hace seis meses creí que seguiría allá, pero se toman decisiones y ahora tengo esta posibilidad de jugar un clásico, algo muy lindo", explicó Junior.

Confianza

De su papá, Junior también aprendió mucho sobre la confianza en sí mismo y hacer oídos sordos del qué dirán, fórmula que le ha servido para seguir pulseándola en la canchaa los 35 años.

A pesar de algunas críticas, el jugador recibió muy buenos comentarios del técnico erizo, el argentino Andrés Carevic y del técnico colombiano Jorge Luis Pinto, quien lo dirigió en el Mundial de Brasil 2014.

Pinto recordó que incluso durante el verano brasileño, Díaz fue uno de los tres mejores jugadores de la Copa.

"No sé por qué, pero a mí afuera del país es donde me reconocen las cosas y me dan más valor, lo han hecho más que acá en Costa Rica, es algo curioso. Jugué en el extranjero por muchos años siendo titular.

Los entrenadores extranjeros que he tenido son los que me dicen más cosas positivas, siento que es gente que valora el trabajo de cada uno de nosotros como jugadores", indicó Díaz.

Junior afirma que todavía se siente con fuerzas y que les puede aportar mucho a los manudos.

“No es un secreto que he tenido muy buena carrera y acumulado mucha experiencia, no soy el mismo Junior de hace diez años, porque el recorrido te hace crecer y quiero ayudar a los jóvenes. Además, todavía siento que puedo rendir y uno sabe cómo tiene que ser un camerino campeón”, detalló.

Serán los partidos los que determinen qué le otorgará Junior a la Liga, puede honrar el dicho de que “gallo viejo con el ala mata” y de paso cumplir aquel viejo sueño a su papá.