Julio César Dely Valdés, entrenador del Santos de Guápiles y uno de los jugadores más importantes en la historia del fútbol de Panamá e incluso de la Concacaf, se refirió al partido de repechaje de este sábado 23 de marzo entre Costa Rica y Honduras.
En una conversación exclusiva con La Teja, el director técnico panameño dijo que Dios le dio a entender que su camino estaba con el Santos pues tenía varias ofertas más y le externó un agradecimiento a la gente de Guápiles por el buen trato que le han brindado.
Dely Valdés debutará el Martes Santo (26 de marzo), a las 6 de la tarde, en el estadio Ebal Rodríguez ante Guanacasteca.
Con él hablamos sobre el partido que dará un boleto a la Copa América y otros temas más.
- Como hombre de fútbol y de esta zona, ¿ve algún favorito en el repechaje de Costa Rica y Honduras?
Favorito no hay, es un partido difícil, a un solo juego que es más complicado, Costa Rica acaba de incorporar a un cuerpo técnico nuevo que está en ese proceso inicial de conocer a los jugadores, la idiosincrasia del costarricense.
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El de Honduras lleva más tiempo, conoce este ámbito porque ha estado anteriormente en esta área de Concacaf, es diferente si fuera de ida y vuelta, es a vencer o morir. Insisto no hay favorito.
Es un partido donde se debe poner mucha atención, hay ansiedad, temor a no pasar, se juntan cosas que pueden provocar una mala pasada, tanto Costa Rica como Honduras tiene jugadores de experiencia, han pasado por situaciones similares.
Esos son los jugadores que pueden controlar esa ansiedad, los más jóvenes no, pueden haber jóvenes con madurez que les sobrelleven la situación, pero no es fácil. En estos partidos nadie puede fallar”.
- ¿Por qué Panamá equilibró el nivel de Costa Rica y Honduras y cuidado más bien no está por encima ¿Cuánto tuvo que ver usted?
Cuando llegamos para el proyecto del 2014 (en el 2010) yo lo tenía claro, sabía por dónde empezar, soy panameño… Era cambiar la mentalidad del futbolista.
En ese tiempo, los jugadores iban a la eliminatoria, perdían un partido y se iban para la casa y no pasaba nada. Jugábamos y sabíamos que íbamos a perder contra cualquier equipo porque el panameño era indisciplinado y con esa mentalidad se afrontaban los partidos. No eran profesionales. Había que cambiar eso.
Lo primordial era cambiar la indisciplina, el compromiso con un país, y nos costó al principio una barbaridad, había que dejar de repente a los jugadores top para que se marcara un antes y un después y, poco a poco, introducir las ideas. Yo trabajé como técnico y como asistente en España y tenía otra visión. Fue un tema de cambiar los malos hábitos
- ¿Qué hizo en específico?
En la primera sesión agarré a seis o siete jugadores, yo jugué con ellos, eran compañeros míos y les dije: ‘Vamos a separar esto de esto, y cuando vengan los jóvenes ustedes tienen que inculcar esto, esto y esto, y así fue. Hoy sigue funcionando de esa forma.
Luego está la gran labor de los entrenadores. Thomas Christiansen, por ejemplo, ha hecho un gran trabajo y hay al menos 40 jugadores seleccionables, eso ayuda.
Buen santo
El panameño habló del Santos de Guápiles, su equipo, último lugar del torneo Clausura. Ya tuvo dos entrenadores, Breansse Camacho y el argentino Gustavo Martínez, con ninguno carburó.
Julio espera cambiar la cara del equipo lo más rápido posible.
- Muchos dicen, me incluyo, que el Santos es el peor equipo del torneo, ¿cómo lo encuentra usted?
Si vemos las estadísticas de los últimos siete, ocho enfrentamientos, así es, no digo nada que no sepamos , coincido contigo. Estamos intentando llevar a Santos a cambiar esa situación, por eso estoy aquí y debo decirte que eso va a cambiar, afortunadamente el fin de semana no se jugó, es una cosa de Dios, nos vino bien porque necesitamos tiempo.
- Su prioridad es Santos y luego Guanacasteca como su próximo rival, pero ¿ya se enteró de Herediano, de Cartaginés, de Liberia, de los demás?
Mi prioridad es Santos, qué le pasa al equipo y cuáles son sus problemas y al tiempo el rival de turno. No puedo pensar en otro equipo, sería un error, tengo que pensar en cómo ganar a Guanacaste, como hacerle daño a un equipo que anda bien.
Fue Dios
- Usted es de los jugadores más importantes de la Concacaf, ¿por que viene a Costa Rica y a un equipo pequeño?
Diga además que tenía opciones de Sudamérica, y de dos equipos más en Panamá, pero soy muy creyente, pienso que son cosas de Dios.
- ¿Por qué?
Simplemente creo que ha sido Dios, estoy por algo, por alguna misión, no sé cuál es y siento que Dios me ha querido decir que venga aquí, es lo que yo creo que me dio a entender.
- Su mensaje a la gente de Guápiles...
Que tengan fe. No prometo resultados, pero sí trabajo. Entre jugadores, cuerpo técnico, dirigentes y aficionados lo vamos a sacar. Me llama la atención que cuando uno llega a un lugar con un equipo en una situación así, generalmente encuentra pesimismo, pero no veo aquí eso, hay optimismo y estoy agradecido porque me gusta la gente y me hacen sentir bien.