Los buenos resultados y un clásico cercano hacen que la afición liguista tome un segundo aire y que la ilusión renazca, como se sintió este jueves con un montón de fiebres que andaban buscando un recuerdo del equipo de sus amores.
Doña Evelyn, por ejemplo, estaba desde antitos de las 12 mediodía con sus hijos Kendall y Stephanie Villegas, andaban buscando una foto y autógrafo de los jugadores que usualmente van a ver jugar en la Catedral, dado que los chiquillos estaban libres porque no tenían clases.
La familia al final se fue feliz de la vida a su casa en Sabanilla de Alajuela con fotos y autógrafos de Róger Rojas, Ariel Lassiter y el argentino Facundo Zabala, a quienes los aficionados le demostraron toda su admiración.
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“A mí mis hijos me han enseñando a ser un poco más fiebre, ya ellos saben, siempre atentos a los partidos, me dicen a qué hora jugamos y pasamos un ratito lindo en familia, como hoy”, explicó la simpática mamá.
Tanto madre como hijos tienen toda la fe de que la Liga clasificará a la próxima ronda porque afirman que notan otra actitud en el equipo.
Junto a esta familia andaba Christian Chinchilla, otro manudo de hueso colorado, que nos mostró todo emocionado la camiseta y las fotos que le firmaron los jugadores.
“Fue una experiencia muy bonita, nunca había venido a un evento de estos, siempre he sido manudo de corazón y me voy muy contento, esta es una camisa, que voy a enmarcar, además me llevé la firma de Jonathan Moya que andaba por acá y aproveché”, explicó el joven oriundo de Alajuela centro.
Este estudiante del último año del Colegio Técnico de Sabanilla reconoció que la ilusión de la 30 sigue viva en él, aunque sabe que es difícil.
Esa misma sensación tiene Karen Cambronero, otra aficionada que nos topamos ahí.
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Desde Villa Hermosa, muy cerca del estuche erizo, la muchacha llegó con su hijo Theo de apenas cinco meses, quien desde ya anda bien vestido con la rojinegra, porque como dice el dicho, de chiquitos van para grandes.
“Me pareció muy buena idea hacer esto en este momento, los manudos estamos un poquito ilusionados de nuevo, entonces poder compartir con los jugadores nos da un ánimo extra para seguir apoyándolos”, indicó Karen.
Acordándose de su afición y con un llenazo garantizado para este sábado, los manudos esperan otra fiesta en la Catedral.