La volante del Deportivo Saprissa Priscilla Rodríguez está ilusionada por disputar una nueva temporada con las moradas, luego de su paso por el Mundial sub-20, que se realiza en nuestro país y que está en las etapas finales.
Su mamá, doña Ivannia Monge, nos contó que la jovencita, de 17 años, desea aportar dentro de la cancha todo lo que aprendió en la Copa del Mundo, desde este miércoles cuando las moradas se estrenan en el campeonato ante Herediano, a las 8 p. m. en el Ricardo Saprissa.
“Gracias al Mundial, Priscilla ganó mucha experiencia en la parte física y emocional y está deseosa de aportarle más al club y al país.
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“Está muy emocionada, contando las horas para que comience el campeonato, esperando ganar minutos y poder ver al equipo ganar y seguir creciendo”, expresó la orgullosa mamá, quien trabaja en una floristería.
Refuerzos. Las gemelas Mónica y Verónica Matarrita llegarán al Sapri, para el torneo de Clausura.
Las jugadoras provienen de la Asociación Deportiva Nicoya y se vestirán de morado por un año y seis meses. Ambas jugadoras se desempeñan como extremos.
Mónica y Verónica tienen 17 años y ya suman experiencia en Selecciones Menores Nacionales, incluso Mónica fue parte del grupo de chicas que disputó el Mundial sub-20, que se realiza en el país.
Un ejemplo de lucha
Priscilla y su familia son de Ciudad Colón, en el cantón de Mora. Ella es la mayor de dos hermanas y su pasión por el balompié lo heredó de su familia.
“Nosotros somos una familia futbolera, en cada paseo que realizamos el fuerte es jugar bola, ya es algo normal para nosotros y a Priscilla le gustaba jugar bola desde que tenía tres años.
“Recuerdo que con esa edad, mis hermanos le decían: ‘venga mi amor juegue’ y ella ni para qué, no le tuvo miedo al balón. Cuando estaba más grande patinó, practicó jiujitsu, pero definitivamente lo de ella es el fútbol”, manifestó doña Ivannia.
Priscilla ingresó a la escuela de fútbol de Saprissa de Ciudad Colón a los 9 años y junto a ella, había otras dos niñas que jugaban con varones. El entrenador le sugirió a la mamá que la llevara al Saprissa porque harían pruebas y no desaprovecharon la oportunidad.
Rodríguez fue con sus compañeras y las tres se quedaron y ahí comenzó todo un camino lleno de aventuras. A los 10 años ya estaba en la U-13 y antes de los 15 ya estaba en la sub-15, siempre ha estado un peldaño más adelante gracias a sus condiciones.
“Cuando iba a cumplir los 15 años, la entrenadora Karol Robles me dijo que la iba a llevar al primer equipo, estuvo un tiempo en alto rendimiento, para que se fuera amoldando y cuando llegó a los 15 años le hicieron un contrato”, dijo.
Doña Ivannia comentó que en su familia no sobra la plata y han hecho muchos esfuerzos para cumplir el sueño de Priscilla.
“A nosotros nos ha costado mucho, cuando ella entrenaba con la U-15 tenía compañeras muy acomodadas y tenían hasta tres pares de tacos y recuerdo que sus primeros tacos se los compré a pagos, ella estaba feliz porque los había visto en una tienda.
“Un día se le mojaron y le poníamos periódico para que se le secaran. Me preguntó por qué no podía tener dos pares de tacos y yo le dije que lo que valía era el esfuerzo, que hoy se los ponía mojados, pero que en otro momento los tendría secos y le prometí que tendría más tacos”, afirmó.
La mamá destacó que a veces a su hija le cuesta creérsela y ver lo buena jugadora que es.
“Un día se le despegaron los tacos, pero otra mamá le regaló un par de tacos y ella vive agradecida. Además, eso no lo tomo a mal, es lindo que piensen en mis hijas.
“Nosotros no nos morimos de hambre, pero la pulseamos y por eso, ella valora mucho todas las cosas, por ejemplo, cuando está en la Sele me cuenta lo rico que comió y desde que le dieron contrato en Saprissa también usa ese dinero para ayudar en la casa y gracias a eso se compró un teléfono y tenis”, manifestó.
Empunchada
Priscilla está en décimo año, estudia Contabilidad en el Liceo de Ciudad Colón y quiere ser ingeniera civil.
Entrena de lunes a sábado, antes de las 6 a.m. y después de cada entrenamiento, se va a su casa o directamente al colegio.
“Nosotros fuimos a hablar con los profesores y nos ayudan mucho, lo que debe hacer es reponer trabajo cotidiano, pero logra ponerse al día con la materia.
“En la parte académica es muy buena y más bien ella se estresa si no se saca un cien, un día vino sufriendo porque no obtuvo el cien en Estudios Sociales. Ella se enfoca en el estudio y en el fútbol”, aseguró.
Seleccionada
Su buen desempeño en el Sapri le ayudó a llegar a la Selección Nacional.
“Ella inició en un proceso de regionales, en donde había 350 niñas. En cada corte ella quedaba y eso ha sido un sufrimiento, porque estaba participando con muchas chicas y de ahí la convocaron a la sub-15, luego la enfocaron más a la sub-17, la llamaron a un microciclo y fue al premundial de República Dominicana, pero esta selección no irá al Mundial de India.
“También estuvo en unos fogueos, pero no creíamos si la llamarían para el Mundial porque estuvo en el proceso de la sub-17 y ella me decía ‘no creo que me llamen, pero no pierdo la fe’”, expresó.
Doña Ivannia comentó que el día en que dieron la lista no podía concentrarse en su trabajo.
“Cuando me llamó me dijo: ‘mami usted sabe que el cincuenta por ciento lo doy yo y el otro lo da usted’. Ella me ha enseñado muchas cosas, uno como mamá a veces no avanza, algunas cosas no las he hecho bien, pero ella me dice que está orgullosa de la mamá que tiene”, dijo.