El lateral derecho de la Selección Nacional, Carlos Martínez, vivió una dura infancia al lado de sus hermanos y su mamá y por eso ahora que viven mejores días le hizo una promesa a su familia.
Marvin Martínez, uno de los hermanos mayores de Carlos, recordó que cuando eran niños, la situación era muy difícil en su familia, al punto de que, a veces, se iban a la escuela sin comer.
“Él siempre nos ha dicho que así como todos sufrimos como familia, ahora vamos a disfrutar mucho, él es una persona que nos ayuda económicamente. Mi mamá tiene una casa, pero él quiere comprarle una maś grande, esa es una promesa que también le hizo”, añadió.
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La familia de Carlos llegó hace muchos años al país procedente de Nicaragua, buscando mejor calidad de vida y gracias a su mamá, doña Martha Castro, los Martínez salieron adelante.
La empunchada señora hacía lo que fuera para llevar el sustento a su casa: limpiaba, planchaba y a veces no era suficiente, porque debía pagar el alquiler y una vez cancelado, la plata que quedaba para la comida era poca.
“Realmente creo que lo más bonito de todo esto es ver la forma en la que llegó Carlos a donde está hoy, porque pasamos momentos muy difíciles y mi mamá fue la artífice de esto, poque ella dio todo por nosotros, ella siempre buscaba la forma de ganarse la vida honradamente”, aseguró el hermano de Carlos.
23
— años tiene el defensor.
Nació en Costa Rica
Marvin recordó que se vinieron para Costa Rica, procedentes de Managua cuando él tenía unos 5 años. Su hermana, Martha, es un año mayor que él y Carlos nació en Tiquicia. Desde que se establecieron en el país, esta familia ha vivido en el centro de Santa Ana y sus alrededores.
“Recién llegados acá mi mamá alquilaba una bodega que parecía esos lugares donde guardan el ganado, las paredes tenían como unas hendijas y mi mamá en las noches ponía bolsas para que no entrara el frío.
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“A veces desayunábamos un pedazo de pan y así nos íbamos a la escuela y uno deseando que llegara la hora del comedor para comer algo y volvíamos a la casa sabiendo que tal vez no habría comida. A veces topábamos con la mala suerte de que no había comida en el comedor y cuando salíamos de la escuela buscábamos frutas en los árboles”, afirmó.
Con el paso de los años, a doña Martha le salieron mejores oportunidades de trabajo y la hermana mayor de la familia también comenzó a trabajar, lo que mejoró las condiciones en la que vivía la familia. Además, todos debían estudiar, incluido el jugador, en eso la mamá siempre fue estricta.
“Yo también jugaba, pero al final la condición era tan mala que me decepcioné, había que trabajar y para el fútbol hay que tener paciencia”.
— Marvin Martínez, hermano Carlos Martínez.
“Poco a poco fuimos viendo cómo había más arroz en la casa. Mi hermana trabajaba limpiando en sodas y restaurantes mientras que estudiaba, es licenciada en Recursos Humanos.
“En mi caso igual, yo trabajaba y estudiaba, soy profesor particular de Música y tengo estudios de Ingeniería en Sistemas y Carlos se fue muy joven para Senegal, tenía 15 años y tuvo que hacer una pausa, pero cuando regresó completó su bachillerato y habla inglés, francés y Wólof, el idioma de Senegal”, dijo orgulloso.
Como buenos y agradecidos hijos ahora los hermanos se encargan de todo para que su mamá disfrute y descanse.
“Si por ella fuera sigue trabajando, pero nosotros le dijimos que disfrutara, por lo que no trabaja. Siempre nos mantenemos unidos, nunca nos separamos y cada vez que puede Carlos nos visita.
“Él es muy casero, es de estar en la casa, no anda en fiestas ni nada de eso, disfruta jugar play con los amigos, a veces yo me conecto para jugar con él, vamos a comer y se organiza para vernos cuando tiene tiempo. Hoy (viernes) nos escribió cuando iba llegando a Turquía, él pasa pendiente de la familia”, afirmó.
Talento
La familia de Carlos no esconde que no esperaban que la oportunidad de ir a un Mundial le llegara tan pronto.
“Él no se lo esperaba (ser convocado) y nosotros mucho menos, uno que entiende un poco de fútbol sabe que el tiene el talento para representar a la Selección, pero no creímos que la oportunidad le llegara tan pronto.
“El día de la conferencia de prensa, donde se dio a conocer la lista final (3 de noviembre) estábamos en la casa y cuando escuchamos el nombre de Carlos sentimos un alivio, mucha alegría.
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“En Nicaragua y Estados Unidos también tenemos familia y todos están muy contentos, e inclusive nos contaron que fue noticia en Nicaragua, siendo parte de la historia. En la familia somos creyentes y creo que esa es también parte de la clave del éxito”; añadió.
A Marvin le consultamos sobre lo que piensa Carlos de su compañero en la defensa, Óscar Duarte, quien también es de origen nicaragüense.
“La verdad es que Óscar ha sido el ejemplo a seguir de mi hermano, él lo veía y se decía que si Óscar pudo, él podía llegar a la Selección, la verdad es que Duarte es su ejemplo a seguir.
“En Santa Ana están muy felices por el llamado de Carlos, Michael Umaña es de Santa Ana y también se le recuerda con cariño y ahora a nivel local se habla mucho de él”, manifestó.