No cabe duda que el pequeño Sebastián Díaz González era todo un campeón y no solo por lo que han dicho sus familiares y conocidos, sino porque en realidad levantó dos trofeos al lado del volante de Guadalupe FC, Miguel Marín.
Sebas era el portero del equipo de fútbol cinco de la escuela Francisco Osejo, en Sabana sur, la cual dirigía Marín a pedido de la profesora de educación física del centro educativo.
"Sebas era compañero de mi hijo Sherian, yo decidí ayudarles con el equipo y empecé a conocer a los niños, me llamó mucho la atención porque él era portero aunque era muy pequeño, pero lo hacía muy bien, siempre se esforzaba muchísimo", comentó Marín.
De primero a sexto, ambos niños fueron compañeros en la escuela y cuando llegaron a cuarto Miguel se hizo cargo del equipo, labor que el volante ya dejó cuando la escuela cambió de profe de física y de directora.
Al jugador le impresionaba lo empuchado que era el pequeño en el campo y que nunca se intimidaba por nada, en las clases que daba en la escuela lo veía llegar de vez en cuando con una camiseta de la Liga , siempre con muchas ganas
"Jugando no le tenía miedo a nada, se lanzaba igual ya fuera que jugáramos en cemento, zacate, cancha sintética, a pesar de su estatura era muy ágil, todavía le faltaban cositas que si estuviera en un equipo le hubieran mejorado, podía llegar a ser un buen portero", explicó Erick.
El jugador siempre aconsejó a Sebas para que no hiciera caso a los chiquitos que lo molestaban por ser bajito.
"Yo lo animaba a que no hiciera caso a lo que la gente dijera, que hiciera lo que él sabía, que atajara porque tenía las condiciones y que lo que quisiera lograr estaba solo en él, por dicha fuimos campeones de San José dos veces con Sebastián de titular, con lo que vio que su estatura no era ningún problema y era el mejor", destacó Marín.
Impactado
Por la cercanía fue un golpe muy fuerte en la casa de los Marín la muerte del menor, ellos conocían muy bien la nobleza y espíritu de Sebastián.
"Cuando vi la noticia en tele y al darme cuenta que fue él, fue un golpe muy duro, mi hijo lo quería mucho porque eran amigos, cuando se enteró hasta se puso a llorar. Mi esposa conoce de toda la vida a los papás de Sebastián, ir a la vela, al entierro fue terrible", dijo.
Miguel comentó que a ese proyecto le tenía mucho cariño y que quería a los chiquitos como si fueran hijos propios por lo que la noticia lo golpeó el doble.
"Cuando usted llega a tener un equipo llega a sentir a esas personas como su segunda familia, son noticias que todavía a uno le cuesta asimilarlas, aceptar que pasó eso", comentó el volante.
Nuestro equipo está en contra de los actos de bullying y ante cualquier acto de violencia.
— GuadalupeFC (@guadalupefccr) March 4, 2018
Hoy realizamos un minuto de silencio por el niño Sebastián Díaz y enviamos a su familia nuestras condolencias y pedimos paz por este momento tan difícil. pic.twitter.com/B1xVG8hVfA
Lindo gesto
A raíz del golpe, es que Miguel habló el viernes con el cuerpo técnico de Guadalupe encabezado por Geiner Segura, le explicó el caso y entonces mandaron a hacer la camiseta que sacaron el domingo en la anotación de Víctor López ante el Municipal Liberia para dedicarle el gol.
"La idea fue mía y por dicha el equipo me acuerpó, son valores importantes para nosotros, dar una pequeña ayuda cuando pasan cosas así para que no se repitan con otros niños, tratar de dar un mensaje positivo", destacó.
El futbolista se quiso ir con un mensaje como papá en lugar de deportista, pidió que por favor hablen con sus hijos, que les generen la confianza para que les puedan decir cualquier cosa que esté pasando y puedan detectar a tiempo los problemas antes que sea muy tarde.