Cuenta la leyenda que un BMW 1502 modelo 1975 era propiedad de la exprimera dama, doña Estrella Zeledón, esposa del expresidente Rodrigo Carazo Odio (1978-1982).
Luego de dejarlo de usar, doña Estrella se lo regaló a su mayordomo y este hace un tiempo se lo dio a un mecánico llamado Carlos (no se dio su apellido), quien lo tenía en las afueras de su taller, en Cartago; para venderlo.
Gracias a las vueltas de la vida, Allan Madrigal, quien es un enamorado de los BMW 1502, lo vio hace cinco años. Este administrador de aduanas, de 39 años, contó que estaba en un taller de rótulas, aunque fue hasta un año después que se convirtió en su dueño.
“El carro tenía un rótulo de venta pero no pude comprarlo en ese momento. Para mi suerte, cuando lo volví a ver (un año después) aún estaba en venta y decidí comprarlo (no dijo el monto)”.
Allan detalló porqué le atrae tanto este modelo de la famosa marca alemana.
“Los BMW son carros con mucha historia, dicen que ese modelo salvó a la marca durante una situación de crisis, al salir a la venta la marca se reactivó, porque era un carro muy rápido, cómodo y de muy bonito diseño. Actualmente ese tipo de BMW lo exhiben en el museo de la marca, en Alemania.
“En la actualidad quedan muy pocos y estoy en un grupo de amigos que conserva ese tipo de carro, porque son muy escasos”, detalló.
Madrigal contó que cuando se adueñó del carrito estaba bastante bien, sin embargo, tuvo que hacerle bastantes reparaciones.
Muchos cambios
“Cuando lo compré era rojo y lo pinté negro, se le cambió la tapicería, ahora los asientos son azules, de cuero. Se le arregló el dash, se le taparon varias fugas al motor, se le compraron los aros, se le consiguieron los emblemas originales.
“En la restauración uno nunca termina, porque aún faltan detallitos, pero en estos cuatro años no termino de hacerle cositas. Tiene dos puertas, eso lo hace valioso, su motor es de 1.500 cc y pueden viajar cinco personas”, especificó.
Allan reconoció que su carro es pequeñito, pero con una cajuela grande y aunque al inicio le daba dolores de jupa, porque se quedaba varado, eso quedó en el pasado.
“No lo uso a diario, pero es bastante frecuente que lo saque, cuando voy al supermercado, cuando tengo que hacer mandados me gusta mucho tratar de usarlo, en paseos, en exhibiciones, la idea es usarlo, no tenerlo guardado porque se daña.
“Siempre ando con mi familia, mi esposa Victoria, mi hija Fiorella y mi bebé Alejandro.
“A Fiorella le gustan más los carros modernos, pero ya está acostumbrada a andar en carros así”, manifestó.
Este herediano agregó que le han ofrecido comprarle esta joyita, pero ni le ha hecho mente en ponerle precio, pues no tiene intenciones de venderlo.
“Siempre me han gustado las antigüedades, me gustan mucho los diseños que se hacían antes, ahorita todo es muy comercial, muy plástico, las cosas de antes tenían una estructura más fuerte, los detalles eran más bonitos y siempre he creído que son de mejor calidad”, expresó.