Joseth Peraza, de 20 años, una de las novedades de la Selección Nacional llegó hasta ahí gracias a un camino que inició en la portería.
El defensor, cuando era un chiquillo, destacó en un torneo del MEP como portero en la escuela Santa Rosa de La Palmera, en San Carlos, y gracias a sus condiciones y buen desarrollo logró llevar a sus compañeros a las finales del campeonato. Esa situación nunca había pasado con la escuela, que es muy pequeñita.
Las buenas actuaciones de Joseth se combinaban con el sufrimiento de su señora madre, doña Marcela Serrano, a quien no le gustaba que su hijo jugara en esa posición, pero le daba un apoyo incondicional. No obstante, su condición como portero fue efímera, en unos pocos partidos de un torneo.
Hoy en día, Peraza está en Orlando, con la Tricolor, para disputar este miércoles un partido amistoso contra los Estados Unidos. Joseth ahora es un espigado defensa que ya ha disputado 59 partidos en primera división con San Carlos y ha marcado tres goles, lleva una asistencia y aún no ha sido expulsado.
¿Qué pasó para que Joseth dejara la portería?
La mamá del deportista le contó a La Teja que en realidad Joseth era jugador de campo, pero el equipo en un momento se quedó sin portero y su hijo, por su estatura, se animó a ponerse.
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El joven lo hizo bien y hasta atajó penales, a tal punto que una madre de otro futbolista le propuso que lo llevara a la escuela de fútbol del equipo de San Carlos, que en ese momento estaba en segunda división. Cuando ella por fin se decidió a llevarlo, le dijo a su hijo que no dijera que era portero.
A Peraza, gracias al consejo de su madre, lo pusieron desde el principio de defensa central. Desde ese momento, empezó a consolidarse, no solo en el puesto, sino que no saldría nunca más de San Carlos, hasta la fecha, pese al interés que mostraron por él Saprissa y Alajuelense en el torneo pasado.
“Le voy a ser honesta, yo soy muy futbolera y siempre apoyo a mis hijos, pero ni sé cómo explicarlo, ¿cómo hace la mamá de un portero?, no sé si sufren igual que yo sufría. Me ponía demasiado nerviosa cuando estaba detrás del marco, no quería verlo llorar si le anotaban un gol”, narró.
Sacrificios
Doña Marcela afirma que Joseth cuenta con el apoyo incondicional de su familia, conformada por su mamá, dos hermanos, Josthyn y Joseline, y la abuelita, doña Mirian Castro.
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Cada vez que hay partido, todos se ponen manos a la obra para ayudar de alguna manera. La abuelita, por ejemplo, hace el desayuno, aunque sean las 4 a. m., si el partido es largo, como en Pérez Zeledón.
“Cuando metí a mis hijos a practicar deporte, lo hice pensando en que mantuviera la mente ocupada, soy madre soltera y me cuesta. En la escuela le empezó a ir bien y luego pasó a la escuela de fútbol”, recordó.
El buen nivel de su hijo, pero sobre todo la gran disciplina que tiene, lo fueron llevando paso a paso adonde está hoy.
“Le soy sincera, la disciplina y las ganas de llegar y de ser el mejor y tener esa disposición, es lo que le ha servido. No es fácil, las madrugadas, entrenar, cuidar la alimentación desde siempre y querer realmente llegar a primera son propósitos por los que él ha luchado”.
Marcela señala al exjugador Frank Carrillo como el padre futbolístico de Joseth, pues siempre creyó en él.
Hoy en día, la mamá sigue creyendo en él y quiere verlo en el fútbol internacional, pero mientras, también le da su apoyo incondicional a su otro hijo, hoy en ligas menores del Inter de San Carlos.
El éxito de Peraza es también un triunfo para doña Marcela, porque repasa todo lo que han debido luchar juntos para poder llegar tan lejos y ella lo dice a manera de consejo a otros padres.
“Siempre me agarro de la manita de Dios porque es el único que me saca cuando las aguas son turbias, no todo es color de rosa. A veces uno se pregunta, ‘¿cómo vamos a comprar los tacos?’, por ejemplo, pero el trabajo en familia y el sacrificio nos ayudan”, expresó.
La historia de Joseth Peraza es un ejemplo de que con disciplina, perseverancia y el apoyo familiar, los sueños pueden hacerse realidad.
Su trayectoria en el fútbol, desde sus inicios como portero hasta su incursión como defensa en la Selección Nacional, inspira a jóvenes y adultos a luchar por sus metas. Sin duda, es un nombre que seguiremos escuchando en el mundo del fútbol.