José Salvatierra no usó la posibilidad que tenía, por ley, de abrir la contramuestra de orina que le tomaron el pasado 22 de abril, la cual salió alterada en las pruebas de doping por utilizar, aparentemente, un quemador de grasa.
Esto no implica que Alajuelense esté asumiendo la culpa del caso, sino que simplemente quiere hacer un proceso más corto y, de ser sancionado, saber lo más antes posible cuántos meses estaría sin poder jugar.
La contramuestra es una segunda orina que se le toma al jugador, el mismo día en que le cae la Comisión de Dopaje, pero en caso de abrirla sería el club el que tiene que asumir el costo económico.
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Eduardo Alfaro, encargado de la comisión, no quiso hablar del tema y nos remitió al departamento de prensa de la Federación de Fútbol.
No obstante, La Teja supo que el futbolista rojinegro solo está a la espera de ser citado por la Comisión de Disciplina para presentar su defensa, para lo que ha recibido ayuda del departamento legal del club.
Se espera que en los próximos días, la Fedefútbol convoque a una conferencia de prensa para hablar del tema.
La primera vez
Salvatierra fue sometido a pruebas doping el pasado 22 de abril, en el clásico que la Liga ganaba 3-0 y terminó empatando a tres contra los morados, en el inicio de la cudrangular.
Ese día fue el primero, en todo el campeonato, que la Comisión de Dopaje decidió hacerles pruebas a futbolistas manudos y tibaseños.
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Chepillo se encuentra actualmente lesionado de la rodilla derecha y estaría sin jugar hasta febrero del otro año.