La Sele quiere ganarle a Suiza para salvar el honor, volver a Costa Rica con la frente en alto y no entrar en la historia de esta Copa del Mundo de Rusia 2018 como una de las peores selecciones.
La Tricolor suma en dos juegos, dos derrotas y todavía no ha celebrado un gol, por lo que un triunfo podría devolverle la confianza a este grupo liderado por Óscar Ramírez.
Este domingo, los pupilos del Macho entrenaron en el Estadio Olimpiyets de San Petersburgo, con un clima bastante frío y no por los malos resultados sino porque la temperatura rondaba los 15 grados centrigrados.
Fue la última práctica a puerta abierta, este lunes será a puerta cerrada y el martes por la mañana (11 a.m hora rusa o 3 a.m, hora tica) viajarán a Nizhni Nóvgorod donde se jugará ante los suizos el miércoles.
LEA MÁS: Cinco niños ticos que acompañaron a la Sele en la cancha sí ganaron en Rusia
"La verdad estamos bastante tristes por los resultados que se dieron, pero igual tenemos que enfrentar el partido con todas las ganas, con todas las agallas que tenemos para como decimos nosotros morir con las botas bien puestas y sacar un resultado digno", comentó el defensor Johnny Acosta.
Incluso, Acosta señaló que no se vislumbran grandes cambios en la alineación como se podría pensar.
El defensor, que es de los que ha sacado mejor calificación a nivel personal en la zona defensiva, estaría jugando su último partido mundialista, pues tiene 34 años de edad y llegar a Catar está complicado, pues tendría que andar con toda la pata para jugar con 38 primaveras.
"Yo en lo personal todos los partidos los juego como si fuera el último, siempre trato de entregar el máximo, para mí es un honor representar a la selección en cualquier torneo o partido", indicó Acosta.
"Aquí si nos va bien, nos va bien a todos, si nos va mal, nos va mal a todos, somos un equipos y tenemos que enfrentar las críticas porque no se dieron los resultados, lo que la afición y nosotros queríamos", agregó.
Para Johnny su partida de Herediano al fútbol colombiano con el Rionegro Águilas fue clave para estar en perfectas condiciones.
LEA MÁS: El mejor de la Sele en Rusia se quedó en la cocina
"Me siento bien, cuando me fui para Colombia lo dije, quería subir mi rendimiento y creo que gracias a Dios el fútbol colombiano me ayudó muchísimo por la dinámica y el tipo de jugadores que hay ahí", confesó.
El defensor dice que jugarán con todas las ganas del mundo ante Suiza e intentarán clavar las pocas o muchas oportunidades de gol que queden, pues asegura que esa fue la diferencia entre este Mundial y el glorioso de Brasil 2014.