Johan Venegas llegó inspirado a La Sabana y se echó a Saprissa al hombro para derrotar merecidamente a Alajuelense 3-1.
La mejenga se resume como Venegas y 10 más en la cancha, quienes se pusieron de acuerdo para que el exmanudo se hiciera grande y se redimiera ante la afición morada después de la polémica celebración del miércoles pasado en en juego ante Grecia y por la cual le tiraron tieso y parejo durante la semana.
De hecho, ¿quién se acuerda ahora de lo gestos del Cachetón? Aquella celebración parece que se borró del casete morado gracias al baile que le montó a lo erizos.
Aunque el sector sur del estuche era el más pelado, desde que Henry Bejarano dio el pitazo inicial era en el que los aficionados más ruido generaba, sin duda un día mágico para el Monstruo en el Estadio Nacional.
Muchos morados tuvieron que llegar a la casa a ver el resumen o revisar el Facebook para tirarse el primer gol, porque cayó a los 50 segundos, cuando muchos todavía hacían fila para entrar a la Joya.
Marvin Ángulo sorprendió a Raymundo y todo el mundo, tanto así que ni el portero manudo Adonis Pineda se dio cuenta cuando el morado sacó un remate desde fuera del área que lo terminó bañando para poner el 1-0.
Adonis quedó más nervioso que un bistec de cinco pesos y quedó en evidencia en su primer clásico.
Después de la madrugada morada, Vengas empezó el espectáculo al quitarse de encima a todos los defensas erizos sin problemas y dejando a sus compas de cara a gol.
Para Cristopher Meneses marcar a Venegas por fue una tortura, algo así como dormir en una cama de clavos.
Saprissa dejó ir varias oportunidades de gol, pero a la Liga se le lesionó Esteban Marín al minuto 24 y mientras estaban con 10 hombres cayó el segundo pepino para el Sapri.
David Ramírez se encontró la bola frente al marco erizo y logró empujarla para despeinar al León más de la cuenta.
La locura morada se apoderó del Estadio Nacional, mientras que Cristian Oviedo y Wilmer López estaban chivisimas con Meneses porque Venegas jugaba a placer, el hombre se sentía como si estuviera paseando en Disneylandia.
Tanto así que entró como Pedro pon su casa, cuando al minuto 41 Marvin Angulo le robó un balón a Alex López que el Cachetón aprovechó para correr y vencer a Adonis cuando este trató de achicar.
Solo para gozar
En la segunda parte fue una pura gozadora para los morados, mientras que la Liga hizo todo lo posible para descontar.
El problema es que los erizos no encontraron por dónde entrar, la defensa morada liderada por Henrique Moura se jugaban la vida para tapar los remates rojinegros.
Róger Rojas dejó claro que es un jugador todo corazón, andaba apretando por todo lado e intentando clavarla, pero al “Roro” no se le dio.
Al minuto 73, Vladimir Quesada tomó la decisión de darle otro regalo a su afición y mandó a Cristian Bolaños a la cancha.
Bola no se había quitado el chaleco, cuando ya había recibido los abrazos de apoyo de José Francisco Porras y Marcó Herrera, mientras que la afición coreaba su apellido. Entró ovacionado, mientras Daniel Colindres le cedía su lugar en el terreno de juego.
Alajuelense luchó y le alcanzó para hacer el de la honra por la vía del penal.
Al minuto 75 Aarón Cruz achicó para enfrentar a Jonathan McDonald, pero se llevó en banda al atacante manudo y el árbitro marcó el penal.
El BigMac cobró desde los once pasos y venció a Cruz para poner el 3 por 1 definitivo.
En lo personal le va bien a Jonathan porque sigue de goleador en este torneo de Clausura 2018 y se convirtió en el jugador manudo con más goles en clásicos al sumar su gol número 13 en estos compromisos.
Al final Saprissa la tuvo para ampliar, pero le falló la puntería. Jerry Bengston, que había entrado de cambio para que Venegas saliera aplaudido por la afición, la dejó ir.
Hasta Bolaños la tuvo para coronar, pero Meneses lo frenó a la fuerza y se ganó la segunda amarilla y salió expulsado. Esa acción resumió el martirio que pasó el lateral manudo ante la ofensiva morada.
Sin duda será un lunes difícil para lo liguistas, quienes no querrán toparse un morado por la calle después de haber estado tan ilusionados los últimos días. Dos Santos tendrá que pellizcarse porque tácticamente su colega Vladimir Quesada le pasó por encima.