Johan Venegas: "Toda persona en su trabajo pasa un día malo"

La relación entre Johan Venegas y la afición del Saprissa no termina de hacer clic después de 12 jornadas que ha jugado. Silbidos van y silbidos vienen en su contra en cada partido que el Monstruo tiene en la Cueva.

Este domingo ante Cartaginés además hubo berrinche frente a su técnico, Vladimir Quesada, cuando lo sacó de cambio al minuto 56 por Luis Stwart Pérez.

Los primeros chiflidos llegaron al minuto doce, porque Johan pensó que estaba jugando solo y perdió muy fácil un balón.

A partir de ese momento, cada vez que el Cachetón tocaba la bola había reacción en la grada. Eso sí, aunque la mayoría de las veces los aficionados se enojaban con él, en una ocasión le aplaudieron, pero fue la única vez en realidad, a pesar de que remató mal después de un gran pase de Michael Barrantes.

En la segunda parte fue lo mismo, hasta que el propio Vladimir se cansó y mandó a llamar a Pérez.

LEA MÁS: Saprihora y cartagada... se juntó el hambre con las ganas de comer

Por supuesto que al salir de la cancha Johan iba soplado, no quería ni darle la mano a sus compañeros que se acercaban a darle apoyo ante la chiflada, porque iba chiva, y cuando llegó a la banca enjachó a Quesada, porque no estaba de acuerdo con que lo sacaran.

"Creo que a la hora de venir acá escogí por el reto más difícil, para mí hubiera sido mejor escoger algo más fácil, pero no, me propuse este reto de venir acá y así lo asumimos", dijo Venegas al final del juego en Teletica Deportes, único lugar donde dio declaraciones, pues no asistió a la zona mixta.

"Toda persona en su trabajo pasa un día malo, pero como dice la Biblia, hay que esforzarse y ser valiente, porque el Señor nunca lo abandonará a uno, le vamos a dar toda la honra a Él en las buenas y en las no tan buenas", agregó.

Venegas dice que antes de llegar a Tibás conversó con Joel Campbell sobre la exigencia de la afición.

LEA MÁS: Víctor Cordero:"Preferiría que coreen el nombre de Vladimir"

"Al que mucho tiene, mucho se le exige. Es una afición sumamente exigente y lo he notado, pero yo lo tomo a bien", comentó el delantero.

Al final del juego a Johan le fue bien, incluso fue el último en abandonar la cancha porque se quedó compartiendo con un grupo de aficionados en la platea oeste, donde hasta regaló una camiseta suya.