Joel Campbell, jugador de Liga Deportiva Alajuelense, se refirió al castigo que recibió Pérez Zeledón por los actos racistas de los cuales fue objeto en el estadio Municipal de Pérez Zeledón el pasado sábado 13 de abril.
Ese día, Campbell salió de cambio al minuto 71 e ingresó Aarón Suárez. Cuando el manudo iba a salir del campo de juego, recibió insultos racistas desde la gradería, por lo que se lo reportó al árbitro asistente.
El partido se detuvo por poco más de diez minutos y la Fuerza Pública sacó del estadio al supuesto responsable. El juego estaba 0 a 0 cuando ocurrió el incidente. Finalmente, ganó Alajuelense con gol de Jonathan Moya de penal, al minuto 97.
El Tribunal Disciplinario le metió a Pérez Zeledón una sanción económica de 2.100.000 de colones y el veto del estadio por un partido. Eso provocará que los Guerreros del Sur reciban a Grecia este sábado sin público, en un partido clave por el descenso.
“Además, el club deberá ubicar en la gradería televisada un mensaje en contra del racismo y la discriminación”, indicó el Tribunal Disciplinario de la Federación Costarricense de Fútbol.
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Campbell expresó que a él esas cosas no lo afectan, pero admitió que debe hacerlo por los demás, por las personas o jugadores que sí les afecta.
“Más allá de la sanción, es un tema que nos compete a todos en el fútbol nacional, realmente en lo personal no me molesta, sé lo que soy, sé los valores que tengo, pero tampoco lo puedo dejar pasar porque hay gente que no se puede defender, que no puede decir nada y que realmente les molesta y les duele”, expresó.
Campbell añadió que no podía dejar pasar la posibilidad de tomar una acción por la exposición que tenía el partido.
“Si tengo esa posibilidad de tener las cámaras y poder parar y que se tomen las acciones, tengo que hacerlo. Realmente no lo hice por mí, sino por el fútbol nacional, porque es algo que hay que erradicar, independientemente de la afición que sea. Tenemos que tomar conciencia como sociedad, como seres humanos, porque a veces una afición le echa la culpa a las barras cuando realmente es la afición la que hace esas acciones”.
También dijo comprender que haya gritos y otras manifestaciones de los aficionados rivales, pero expresó que todo tiene un límite.
“Hay que ver los valores que les estamos dejando a los niños, luego se quejan de que no es familiar, que no es seguro, qué cómo un padre va a llevar a su hijo al estadio si solo se escuchan cosas feas, entiendo que una parte siempre abuchea al rival, silba, grita, es entendible, es parte del fútbol, pero hay límites”, añadió Campbell.
Joel Campbell, con firmeza y convicción, levanta la bandera contra el racismo en el fútbol costarricense. Su valiente denuncia y la acción tomada por las autoridades deportivas representan un paso crucial en la lucha por la igualdad y el respeto en el deporte más popular del país.