Óscar Ramírez y los muchachos de la Sele no solo tendrán que preocuparse de Bruce Arena y su equipo, sino también del árbitro Joel Aguilar Chicas si desean superar este sábado el partido de semifinal de la Copa Oro.
Chicas es considerado por muchos fiebres como uno de los enemigos más rudos de la Tricolor, ya que el 22 de marzo del 2013, en Denver Colorado obligó a jugar a la Sele en una cancha llena de nieve. Costa Rica perdió esa mejenga 1-0.
Esa encuentro no debió jugarse, pero Joel decidió quedar bien con los locales y la Concacaf y decidió que se jugara, a pesar de los reclamos ticos y de que era evidente que la cancha estaba pa'l tigre.
El “querido” árbitro salvadoreño supera y por mucho a otros silbateros como Matt Geiger del norte y el chapín Wálter López, que también se han paseado en algunos juegos de la Tricolor.
Chicas tendrá este sábado a su lado a sus compatriotas Juan Zumba y William Torres como auxiliares, mientras que el mexicano César Ramos será el auxiliar del juego.
Tampoco se puede olvidar que en el juego contra Honduras, en la presente eliminatoria, Aguilar Chicas se tragó un claro penal del portero Donnis Escober contra Celso Borges. Ese juego se realizó el pasado 28 de marzo.
Chicas tiene la cola más larga que un garrobo, ya que en Nicaragua también lo tienen enjachado, especialmente la prensa de ese país que consideró que él árbitro los perjudicó durante una mejenga que se realizó en enero de este año en la Copa Uncaf ante Panamá. Ese día, según los periodistas nicas, Joel Aguilar marcó una falta inexistente que permitió el primer gol de los canaleros al minuto 8.
Un minuto después se produjo una jugada de penal dentro del área panameña, pero el silbatero salvadoreño no lo pitó. Al final Panamá se impuso 2-1 y Chicas tuvo mucho que ver.