Uno de los exfutbolistas del Deportivo Saprissa que más cariño le guarda la afición es al gemelo Jervis Drummond, a quien recientemente lo encontramos en la reunión de la generación del Mundial de Clubes del 2005.
Fiel a su carisma de buena gente, nos contó que desde hace varios años es entrenador de fútbol en ligas menores en diversas instituciones públicas y privadas, una experiencia que hasta lo ha hecho crecer como persona.
“El proceso ha sido muy bueno, porque como uno estuvo como jugador de fútbol me gustó, gracias a Dios sacamos nuestra licencia para entrenar, enseñarles a los chicos para que vayan aprendiendo”, respondió.
Uno de los detalles con los que le ha tocado batallar es enseñarles que las cosas se ganan con esfuerzo y mucha paciencia, algo que las actuales generaciones les cuesta asimilar.
“Ahora es complicado, porque siento que algunas veces les decimos que son de cristal porque se salen del fútbol por cualquier dolencia, en nuestros tiempos teníamos que entrenar con dolencias o alguno que otro tirón.
“A veces quieren igualar lo que hace Cristiano Ronaldo o Lionel Messi, pero estamos en otro nivel y tienen que entender que el máximo esfuerzo que den es de todos los días y ahí saldrán sus frutos, en nuestros tiempos era así. Algunos piensan que comprándose los tacos de última generación o el uniforme de algún equipo top lo lograrán y no es así, solo con trabajo vienen los buenos resultados”, comentó.
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Aprendió mucho
En medio de la conversación y del reencuentro con el expreparador físico morado Marcelo Tulbovitz, contó una anécdota que nunca olvidará del uruguayo, gracias a eso le agarró cariño a las pretemporadas y trata de enseñarle eso a sus pupilos.
“Me acuerdo que cuando fuimos a hacer una pretemporada en Papagayo, en una pizarra estaba escrita la frase ‘tres veces al día’ y le dije a varios compañeros ‘este mae está loco, se equivocaron’, Pingo (masajista del Saprissa) me respondió que no era un error y le dije que cambiaran eso, nunca había entrenado tres veces en un mismo día y con Marcelo lo hicimos.
“Los primeros días uno se quería morir, pero a la semana sentíamos que en lo físico estábamos muy bien, debido a eso le agradecemos tanto a él, porque los jugadores al minuto 70 comienzan a resentirse en la parte física, gracias a esos trabajos pudimos corregir eso”, relató.
Por eso cuando estuvo en la reunión fue uno de los que más disfrutó.
“Esto es uno de los aspectos más bonitos que tiene el fútbol, los amigos siempre quedarán por las vivencias que tuvimos en la cancha y camerino, el profesor Marcelo Tulbovitz fue muy importante para nosotros porque nos mostró la importante de la preparación física, porque al futbolista no le gusta esa parte, más antes cuando se trabajaba mucho sin balón”, agregó.
Tranquilo con la S
Entre las preguntas que le hicimos, fue cómo ve la actualidad del Monstruo, tanto en el campeonato nacional y en la Concacaf donde fueron eliminados y explicó que para él era predecible que sucediera por una razón.
“Esta bien que suceda, los aficionados quieren que el equipo esté siempre a full, pero deben entender que el club no tuvo descanso, eso generó que la pretemporada sea muy corta, su rendimiento bajará y en algún momento va a subir.
“En estos momentos el equipo está en la curva descendente, cuando el campeonato se pondrá mejor en unas fechas empezará a ascender y se verán mejores resultados”, finalizó.