Jazmín Salas, esposa del exjugador morado Christian Bolaños, sigue llevando palo con su salud, a causa del Picnic.
La influencer contó que no ha podido recuperar su voz, a cuatro días de ir a la primera fecha del festival.
“Ya no me está haciendo gracia, parte de mi trabajo en el blog son los videos, llevan voz y no me está haciendo gracia hablarlos así.
“Ayer (martes) tuvo que salir un video de una sopa azteca que me salió buenísima, pero no lo puedo publicar hasta no tener una voz decente. Y la segunda parte de Picnic es este sábado, o sea la voy a perder más”, dijo entre risas.
Salas reveló que el domingo trasanterior fue al “Picnic Session”, el previo a esta serie de espectáculos, y se quedó hasta el final de estos conciertos y ahí comenzaron los males.
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“Hacía mucho frío, el lunes amanecí con dolor de piernas, me empastillé y listo, pero el sábado pusimos un pie en Picnic y no pude cantar, me encanta ir a los conciertos y desgalillarme, pero no sé qué más hacer”, dijo.
Pero Jaz no sufrió por la voz, sino porque tuvo problemas con sus zapatos a la hora de llegar a Pedregal.
“Me puse unos burros, pero parqueamos por un tajo, un lugar rarísimo y había que subir para llegar a Picnic. Se me hicieron ampollas en los pies, no llevaba curitas y tuve que ir al baño, agarrar un puño de papel higiénico y me lo puse dentro de la media; luego me topé a una amiga que andaba curitas y me dio”, recordó entre risas.