La crisis de gol que vive Saprissa ha llevado a muchos a preguntarse si la salida de Javon East fue un error.
Sin embargo, para una voz autorizada como lo es Rolando Fonseca, la situación del equipo va más allá de un solo jugador. “Lo de Saprissa es algo más integral. No es quién se haya ido o quién haya regresado”.
“En los últimos años ha sido campeón más por la parte anímica, pero muchos jugadores están en tiempo de vacas flacas, fuera de su mejor momento, y eso afecta a la institución”, explica el máximo goleador histórico de la Selección Nacional.
El Monstruo ha marcado solo ocho goles en nueve fechas del torneo. Incluso, ha contado con 80 tiros de esquina en esos nueve partidos, pero solo uno terminó en gol, según el sitio SapriAnalitics.
Además, el equipo tiene 12 puntos de 27 disputados, está en el quinto puesto (fuera de clasificación) y el gol diferencia es de -2. Números nada satisfactorios para la gran afición morada.
Fonseca insiste en que East no era el problema: “Saprissa elabora muchas jugadas, y él marcó muchos goles. Tiene que fallar, no puede marcar todas”, reflexionó el “Amigo del gol”.
Además, destacó que el jamaiquino ya estaba adaptado al equipo y comprendía el ADN morado, algo que los nuevos fichajes aún deben asimilar. “Trajeron a dos extranjeros y ahora necesitan ese tiempo, pero ¿cuánto tiempo necesitó Mariano Torres para adaptarse?”, cuestionó.
Carlos Solano, leyenda del Saprissa y goleador del hexacampeonato en 1976, también descarta que East fuera el problema. “Esto pasa en casi todos los clubes. Hay sequía de goleadores. Lo curioso es que ahora muchos lo extrañan, cuando decían que no era suficiente para el equipo”, sentencia Solano.
Sin solución
Los refuerzos extranjeros tampoco han sido la solución. Sabin Merino, en 267 minutos, solo ha anotado un gol. Lo hizo en el clásico, un plus que, de alguna forma, merma las críticas hacia él.
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Nicolás Delgadillo, con 198 minutos en cancha, no registra ni goles ni asistencias.
Solano es contundente: “La técnica de cabeceo de Merino es pésima. Lo que en Costa Rica llamamos un tronco, no importa que lo sea, pero si mete goles. Y Delgadillo no ha mostrado nada extraordinario”.
Solano cree que Marvin Loría lo hacía bien, pero con la llegada de los extranjeros lo cambiaron de posición y ha perdido confianza.
El problema no es solo ofensivo. La desconfianza que se genera desde el banquillo también pesa. Fonseca analiza la situación de José Giacone y no oculta sus dudas sobre su designación.
“La gente pide la salida de Giacone, eso es Saprissa, es el monstruo de mil cabezas.
“El aficionado está inconforme, y la junta directiva y la administración deben encontrar la solución. No creo que fuera el indicado tras la salida de Vladimir Quesada, que manejaba el camerino con más tolerancia. Giacone cambió algunas directrices, cuyos cambios son buenos, pero eso incomoda”.
Rolo recalcó que en Tibás no hay tiempo para adaptaciones. “No se le puede dar tiempo a Giacone para analizar o pensar. Saprissa no tuvo tantas bajas.
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“Si hay un equipo al que se le podía perdonar un arranque así, era Herediano, pero con técnico nuevo, gerente nuevo y once jugadores nuevos ya está sumando y ganando. Ahí se cae el argumento”, añadió.
Solano coincide en que la presión del banquillo es enorme. “Quitaron a Vladimir con un buen rendimiento y ahora se ve que el problema también es el bajo nivel de varios jugadores”.
Juan Gabriel Porras, aficionado morado y presentador de Gradería Popular, tiene su pensamiento en cuanto a la gestión de Giacone.
“Que grite, que regañe, que haga lo que tenga que hacer para dar resultados. Yo no lo quitaría porque, ¿a quién ponemos?“, dijo.
“Todos quieren ver sangre, pero nadie propone nombres. Ni Jeaustin Campos ni Hernán Medford van a venir, entonces, ¿otra vez un interino?”.
El panorama es complejo. Saprissa enfrenta una crisis de gol y de identidad. Con una afición impaciente, jugadores fuera de ritmo y un cuerpo técnico bajo presión, el margen de error es mínimo. Y como bien lo dice Fonseca, en Saprissa no se aceptan torneos malos, ni siquiera después de un tetracampeonato.