Ismael “Chucky” Gómez es uno de esos extranjeros que llegó al fútbol nacional cuyo nombre se hizo tan cotidiano que se volvió un tico más, a quien la gente le tomó un cariño especial.
Antes de colgar los tacos el año pasado, a sus 37 años, el argentino jugó para Limón, Uruguay Herediano, San Carlos, Jicaral y Barrio México, club con en el que dijo adiós al fútbol luego de que no le dieron ni una llamada para darle las gracias e informarle que quedaba fuera del equipo.
El Chucky se fue un tiempo a Estados Unidos a jugar con un cuadro de la tercera división, pero cuando terminó el campeonato se regresó a la tierra que se convirtió en su hogar, Costa Rica.
En la última semana de febrero, el fútbol le hizo otro llamado, pero en una superficie diferente a la que estaba acostumbrado a jugar, pues se trata del futsala, donde el Club Sporting Aurora Futsal lo buscó para que aportara su experiencia en la liga premier de nuestro país. El 8 de marzo Gómez tuvo su debut en esta disciplina.
“Desde los cinco años empecé a jugar y como hasta los quince siempre me llamó la atención este fútbol, que en realidad no deja de serlo, solo que es diferente, con una cancha más pequeña, pero es fútbol. Siempre dije que cuando me retirara del fútbol probaría, al menos, si puedo jugar futsal, algo que acá veía cerca.
“Yo vivo en Heredia, me llamaron del equipo de La Aurora, fui a ver qué tal, cómo me sentía y la verdad me gusta mucho, voy a estar con ellos este torneo a ver cómo me va”.
-¿Cómo se da el acercamiento con La Aurora?
Un amigo mío, Ángel Vargas, que también jugaba futsal, un día me vio y me dijo si estaba interesado en jugar y le dije que sí, que el deporte me encanta, habló con el presidente del equipo, que justo es amigo, y se dio el acercamiento.
-¿Se siente igual de emocionado que cuando empezaba con un equipo de fútbol once?
Tengo las mismas ganas de siempre, de competir, de estar bien, con esa ilusión de pelear siempre en lo más alto, de pensar en salir campeón, alzar el título, las ganas siempre están. Yo había tomado la decisión de dejar el fútbol porque estaba un poco cansado de muchas cosas que manejan los directivos, pero esto es diferente, más a pulmón. Como le dije al presidente cuando hablamos, en lo que pueda ayudar para que crezca tanto el club como la liga, aportaré mi granito de arena.
-¿Después de jugar con Barrio México fue que pensó en dejar el fútbol?
Ya no quería jugar, por lo que te dije recién, estaba cansado de cómo se manejan los directivos en el fútbol. Eso fue hace unos siete, ocho meses. Fui a Estados Unidos, estuve jugando un torneo allá y volví ahora en febrero, acepté este reto y ojalá nos vaya de mejor manera. Primero jugamos un torneo de copa y luego viene el torneo de la liga nacional.
-¿Cuáles detalles son lo que ya lo tenían cansado?
Que no te tratan como persona, sino como ellos quieren, ni siquiera te dicen que no van a contar más con vos, no te mandan un mensaje, no te llaman, al menos, para agradecerte. Ya en tantos años en esto uno sabía lo que era, pero ya a lo último estaba cansado, además, ya estaba sufriendo mucho cuando estaba sin equipo.
-¿Sufriendo de qué manera?
Por no tener equipo, tengo familia que mantener, tengo tres hijas, no conseguía trabajo, estaba sufriendo en ese sentido, entonces dejé de depender del fútbol y traté de despejar mi cabeza.
-¿Ir a Estados Unidos fue parte de eso, cambiar de aires e ir a ganar dinero allá?
Sí, sí, me ayudó muchísimo ir allá, con la gente que estaba jugando me sentía bastante querido, volver a sentir el cariño de las personas que mandan es lindo también. Los futbolistas tenemos altos y bajos, los directivos cuando estamos en los bajos tienen que tratar que volvamos a lo alto, pero algunos más bien como que te hunden más. Es parte de lo que estaba cansado.
-¿En Barrio México le quedaron debiendo esa parte?
Allí ni siquiera me mandaron un mensaje cuando terminó el torneo para decirme nada y en Jicaral tampoco, luego que les hice el gol con el que se salvó del descenso, son cosas que te van alejando del fútbol. Estuve en otro equipo de segunda en el que no me pagaron un peso (no dijo cuál).
-A usted lo recuerdan mucho con la camiseta de Herediano, ¿Cómo terminó con ellos?
Bien, con la afición excelente, cada vez que publico algo en mis redes sociales me responden con mucho cariño, hablo con muchos excompañeros. Me siento identificado con la gente de Heredia porque al principio pasamos momentos que fueron malos, económicos, con Sotela, pero después todo mejoró y seguimos ganando títulos.
También me siento muy identificado con la gente de San Carlos (jugó entre el 2017 y el 2019) que también me fue excelente ahí y hasta fuimos campeones en segunda y primera. Fue donde jugué más. Tampoco me quiero olvidar de Limón, que fue el que me trajo y me dio a conocer.
-¿Qué opina de la desaparición de Limón del fútbol profesional?
Es lamentable, muy triste, yo cuando me fui a jugar a Honduras, volví a Limón (en el 2015) y ya estaba muy mal, tanto económica como futbolísticamente, volví para salvarlo del descenso, estaba último, nos costó mucho, pero al final lo salvamos y después de tantos años, como yo digo siempre, en el fútbol si vos hacés las cosas mal, a la larga te va mal y la directiva de Limón viene haciendo las cosas mal desde hace muchos años, no es algo de ahora. Me duele, claro.