Un Honda Civic del 2009 ha sido modificado para correr, pero además, adaptado a la discapacidad de su propietario, Javier Aguilar Corrales, de 35 años, y vecino de Paso Ancho.
El carro es automático, pero se le han hecho modificaciones para que corra, pues Aguilar es un fiebre de la velocidad y compite en La Guácima.
Al Honda se le ha mejorado más que todo el motor, se le puso un kit de turbo, se le duplicó la potencia, los frenos son de otro modelo de un Civic más grande, anda como unos resortes en la suspensión que los hace más duros, las llantas son semi slicks, la mufla tiene una tubería en dos pulgadas y medio, de acero inoxidable.
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En el interior anda butacas y cinturones de cuatro puntos.
Estéticamente, las modificaciones no han sido prioridad, no obstante, está pintado del negro original combinado con amarillo, un color que el dueño dice, no lo usa la marca en esos carros. El chuzo se llama Rag Doll.
La adaptación para que pueda ser operado con las manos se llama hand controls, fue comprado. Son dispositivos que se instalan en el volante o cerca de él y sirven para acelerar y frenar, ayudando a personas con discapacidad en las piernas a conducir de forma independiente.
¿Qué pasó?
Javier tiene una discapacidad porque sufrió un accidente en moto en el 2013, que lo dejó con inmovilidad en la parte inferior del cuerpo.
Él cuenta que un habitante de la calle se le atravesó y provocó el accidente. Quedó en silla de ruedas.
En ese momento, Javier tenía dos motos y competía. Luego de todo el proceso de recuperación, y de darse cuenta que no podía utilizar las piernas, decidió comprarse el Civic y los “hand controls” (controles de mano).
Pero la fiebre por la velocidad y los motores no lo abandonó y fue cuando empezó a modificarlo. La personalización del chuzo va más enfocado en el rendimiento y en la seguridad.
Javier compite en un evento que se llama Interclubes, en La Guácima desde el 2018.
El carro llama la atención y generalmente le piden fotos.
Cuenta que su fiebre por los motores fue una situación natural, desde pequeño le gustaron los deportes extremos, empezó con patinetas, luego bicicleta, moto y por las circunstancias, carros.
“Soy mecánico de motos y de carros, pero nada más para el mío”, expresó.