Don Roberto Víquez le hizo un favor a un conocido en el 2007, que lo marcaría de por vida. Su amigo, Miguel Alvarado tenía un Mercedes Benz y no tenía un lugar para guardarlo, por lo que le pidió a Víquez que se lo guardara en la cochera de su casa, en La Uruca.
Este favorcito provocó que en ese entonces, su hijo Gabriel, quien tenía 17 años se enamorara de estos chuzos alemanes y que don Roberto pasara de guardar uno en su casa a tener varios modelitos de Meche, para el disfrute de Gabriel y sus hermanos, Roberto e Ignacio.
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“Gabriel es una persona con capacidades especiales y desde chiquitillo siempre ha sido apasionado de los carros. Él se enamoró del carro y cuando se lo llevaron quedó muy afectado, así que tuve que buscarle uno nuevo y comenzó esta pasión por los Mercedes Benz.
“Mi primer Mercedes lo compré en el 2012, empezamos a asistir a clubes y seguro soy muy bombeta, porque para todo me invitan”, contó Víquez, quien es el presidente del Club Mercedes Benz Costa Rica.
En redes. Si quiere conocer las actividades del club Mercedes puede buscar información en Facebook e Instagram y ambos perfiles aparecen como Club Mercedes Benz Costa Rica.
En el 2015, Roberto se adueñó de una completa joya: un Mercedez W114 del año 71, 2.500 cc, uno de los llamados QP, por tener dos puertas, un elemento que lo hace más interesante a nivel histórico.
“La producción en masa de estos carros era de cuatro puertas, por eso de este tipo de vehículos hay muy pocos. En el país pueden haber cinco o seis carros de estos.
“Un amigo que vive en Coronado me contó que un vecino suyo puso a la venta el W114 y me mandó fotos. El día que lo fui a ver quedé enamorado y ese mismo día lo compré”, afirmó.
Un deleite a la vista
Este Mercedes Benz deleita a quienes lo ven en exhibiciones, paseos o en donde don Roberto lo lleve. Es gris plata, tiene asientos negros y todos sus elementos son originales. El dash tiene una parte de madera y el resto es negro, la radio se la cambió, pero le colocó uno estilo vintage (antiguo), que tiene bluetooth.
“Cuando lo compré, la pintura venía con unas bombitas, lo llevé a un taller y me dijeron que tenía agua por dentro y por eso se le hicieron las bombitas, hubo que lijarlo hasta la lata y volverlo a pintar, originalmente es gris.
“También se le repararon los frenos, venía con unos aros de turbina que son de Mercedes, pero me gustan más con copas, así que le cambié los aros por copas originales y la tapicería la cambié de otro carro que estaba malo por fuera, pero por dentro estaba intacto”, añadió.
Roberto y su familia viven a plenitud la pasión por los motores y por eso, junto a sus hijos, su esposa Elsie y otros seres queridos van a las exhibiciones y participan en cuanto evento organicen o sean invitados.
“Soy el presidente del Club Mercedes y el miércoles anterior hicimos un relanzamiento del club, porque por la pandemia tuvimos que hacer una pausa y ese día, pese al clásico y a la lluvia llegaron 64 carros.
“Esto lo hacemos por amor a la marca, así que el que quiera llegar puede hacerlo gratis, no cobramos membresía y nos reunimos el último miércoles de cada mes en Plaza Rohrmoser”, informó.
El vehículo también lo usan en carreras. Víquez es campeón nacional de rally de regularidad del 2019 y 2021.
“Son campeonatos de precisión, que consisten en recorrer una serie de tramos preestablecidos, en donde prima la exactitud en el paso por los controles y en el país son reconocidos por la Fecón (Federación Costarricense de los Motores)”, manifestó.