Hernán Torres regresará a Alajuelense con un duro recuerdo que superar, no puede darse el lujo de que los fantasmas de “los Princesos” vuelvan a aparecer y lo dejen sin título nacional como sucedió en diciembre del 2015.
Fue el 23 de diciembre de aquel año cuando al mando de Carlos Watson, un grupo de jugadores con fama de “princesos”, criticados y ofendidos durante todo el campeonato de invierno le ganaron a Torres una final que parecía tener en la bolsa.
En el Monstruo estaban Daniel Colindres, Ariel Rodríguez, David Ramírez, Ulises Segura, Francisco Calvo, Dani Carvajal y Andrés Imperiale entre otros; nadie creía que podrían arrebatarle la 30 a los manudos porque la Liga andaba volando y Saprissa llegó a la final sufriendo, pero lo hicieron y montaron el baile en la Catedral.
Muchos recuerdan ese 2-1 porque fue la noche en que Jonathan McDonald le lanzó el taco a Imperiale.
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Torres tenía afinadita a esa Liga, incluso terminó líder de la fase regular con 45 puntos, solo tres derrotas y 6 empates; mientras la "S" apenas y entró de tercero peleando con Limón ese puesto.
Sin duda, la derrota que sufrió el colombiano que vuelve a la Ciudad de los Mangos puede traumar a cualquiera, habrá que ver si puede superarlo en esta ocasión, donde incluso tiene mucho mejor cuadro.
En aquel entonces eran titulares jugadores que quizá pocos recuerdan y que fueron separados como luego de la dolorosa derrota: Javier Loaiza, Ariel Rodríguez y Ariel Soto, tenían en banca a Andrés Lezcano y Diego Calvo.
Esta vez tendrá a figuras más consolidadas como Jonathan Moya, Ariel Lassiter, Allen Guevara, Alexánder López y Róger Rojas, todo dependerá de como arme su cuadro estelar.
Esa final le costó el puesto a Hernán, quien solo estuvo seis meses y 12 días al frente de los erizos, Raúl Pinto como presidente del club no le aguantó que su archirrival le amargara la Navidad. El cafetero había llegado a sustituir a Óscar Ramírez.
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Broncas dejaron huella
Fiel al estilo colombiano, explosivo e intenso, y en apenas un torneo dirigiendo en Tiquicia, Hernán dejó algunas bronquitas dignas de recordar.
¿Cómo olvidar cuando un miércoles por la noche después del partido contra Pérez Zeledón, Torres trató a los jugadores generaleños de deshonestos y sinvergüenzas porque según él le tendieron la cama a su colega, también colombiano, Juan Eugenio Jiménez?
También en una ocasión que visitó el Edgardo Baltodano Briceño para enfrentar a Liberia, terminó con una sanción de 3 juegos de suspensión y una multa de ¢175 mil porque hizo gestos obscenos a los aficionados (les sacó el dedo del centro por la espalda).
Y ni que hablar cuando considera que los árbitros están haciendo algo que le afectó, en el único torneo que dirigió le tocó ver las semifinales desde la gradería.
"Por desobedecer las órdenes del cuerpo arbitral, interpelando de cualquier forma, formular reclamos, pedir explicaciones en forma airada, aplaudir o con cualquier otro gesto cuestionar irrespetuosamente una decisión arbitral, ya sea de aprobación o de reproche en forma de burla, siendo esta la segunda vez en el torneo“, según el comunicado del Tribunal Disciplinario de aquella vez.
Penas y alegrías
Torres fue despedido el 28 de diciembre del 2015 y el siguiente año fue el técnico del América de Cali en la Primera B colombiana.
Fue un año muy bueno para el cafetero porque con los americanistas quedó campeón y logró el ascenso a la máxima categoría.
Pero el 2017 fue un infierno porque el América tuvo un campeonato desastroso hasta que Torres presentó su renuncia por malos resultados; dejó el equipo en la fecha 11 con 12 puntos en la tabla y comprometido en el descenso.
Se fue al Rionegro Águilas, pero también abandonó ese barco por malos resultados y antes de venirse estaba en el Melgar de Perú donde salió campeón del Clausura 2018.