La fórmula que el Herediano aplicó este miércoles para derrotar 2-1 a San Carlos tuvo el aporte de su goleador Jesús Godínez, con gol y asistencia y de un fallo arbitral que le ayudó para respirar tranquilo.

En las famosas palabras de Vladimir Quesada, técnico del Saprissa, los Toros podrían decir que la diferencia en el partido fue que un penal sí se pitó en una área y en la otra no, como sucedió.

En efecto, el árbitro Rigo Prendas pitó una falta clara a favor del Team que significó la apertura del marcador, pero no señaló una igual de clara que pudo ser el empate.

Ahora, es claro que en un partido pasan muchas cosas más para decir que el marcador acabó así solo por una decisión arbitral; eso, como lo señalaron varios periodistas tras las queja de Vladi, sería lo más fácil, bastante simplista, entonces hablemos también del cómo.

El agarrón de Joseth Pereza a Jesús Godínez fue evidente, penal, nada que discutir el cual marcó Chuy a los 20 minutos con un toque engañando al meta norteño Jason Vega.

Lo del azteca es muy curioso, es un goleador muy casero, domina la lista de artilleros del Apertura 2023 con seis tantos, cinco marcados en el estadio Colleya Fonseca y uno en el Fello Meza ante Cartaginés la jornada anterior.

Ritmo

El inicio del partido fue mejor para el Team, mandaba, tenía mejores opciones hasta que apareció Jonathan McDonald a meterles el primer susto a la media hora de partido con un doble remate. Primero tapó Alexander Lezcano, titular esta vez y luego el rebote lo mandó cerca, pero desviado.

Le faltaba “punch” (pegada) a la mejenga, a ese primer tiempo, en el que al final de la etapa inicial más bien lo realmente malo fue cuando Prendas tuvo que activar el protocolo anti discriminación por insultos pasados hacia él, Jalada de aire para unos aficionados que se pasaron de pachucos.

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Para el segundo tiempo, el árbitro siguió señalado, pero ahora dentro del campo por unas decisiones malas de su parte y en las que Jonathan McDonald fue protagonista de las dos.

Primero Prendas se la peló cuando no sancionó un penal que Lezcano le cometió al atacante, le agarró el pie cuando le hizo la gambeta en un mano a mano, fue clara, pero él vio un piscinazo y más bien le sacó amarilla al atacante. Una pifia de su parte, como lo confirmó Henry Bejarano, analista arbitral de La Teja.

El Big Mac estaba como agua para chocolate, que se lo llevaba la trampa y tanto así que hasta se salvó de una roja que parecía segura, cuando metió lo que parecía ser un planchazo en media cancha. Todo el banquillo florense brincó y con razón al ver la acción al minuto 65.

Luis Marín, que se estrenó en el banquillo rojiazul ante uno de sus exequipos, se la olió de inmediato, la roja le andaba rondando a Jonathan y parecía cuestión de tiempo, por eso dos minutos después lo hizo sacado por Álvaro Saborío ante la silbatina de la afición florense, que sabía que lo perdonaron.

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Al 84, cuando cayó el 2-0 con el tanto de Andy Rojas --ojo con este chamaco que sigue haciendo goles y jugando bien con solo 17 años-- parecía que los ánimos bajaban. Fue un remate fuerte que Vega no pudo contener.

San Carlos descontó dos minutos después con un tanto que se lo dieron a Roberto Córdoba, aunque pareció autogol por un desvío de Fernán Faerron, tras un jugadón por la derecha del panameño César Yanis, gol que traía ciertos fantasmas y nervia por lo sucedido este torneo con el Team.

Al final ganó Heredia, sigue arriba en zona de clasificación y lo que hayan dejado de hacer o no otros, al final no es ni culpa ni nada que los desvele.