Los aficionados del Herediano son los más felices del torneo nacional, ya que el equipo luce imparable y lo demostró ante el Sporting de Hernán Medford, al que derrotó 2 a 0, en el estadio Carlos Alvarado.
De esa forma, el Team sigue incontenible en la cima de la tabla de posiciones y se va con la confianza al tope para Surinam, para disputar el partido de vuelta de la Copa de Campeones de la Concacaf ante el Robinhood, que va ganando 2 a 0.
Ante Sporting, Herediano inició ganando el partido desde el camerino, no por el gol tempranero de Andy Rojas, a los dos minutos, sino por el entorno previo, por lo que rodea al cuadro rojiamarillo, por el momento que vive.
Primero, el ambiente en el Carlos Alvarado era óptimo. El club informó que a la una de la tarde se habían vendido todas las entradas porque el aficionado herediano está deseoso de ver al Team, más en una tarde noche como la de este sábado, espectacular para jugar, para ver jugar, para estar en el estadio.
También estaba el recuerdo fresco del partido ante el Robinhood de Surinam, en el Morera Soto y que los tiene cerca de un histórico pase a cuartos.
Esos detalles previos al juego eran razones suficientes para que el Team llegara al partido sacando pecho. Los hombres de Héctor Altamirano no creen en nadie.
Cuando el partido inició, la postura de los equipos también presagiaba que Herediano había entrado ganando. Líderes sí, pero avispados, entonados, “luchones”, sin dar una bola por perdida y los albinegros, sin enchufarse en los primeros minutos.
Por eso, al minuto 2, Elías Aguilar tuvo todo el tiempo del mundo para ponerle un pase larguísimo, pero perfecto a la joven promesa Andy Rojas. Este controló la pecosa, se llevó fácil a Ian Smith, uno de los que no entendió que debe entrar con todo y los vacunó con un toquecito que agarró caminando al portero Adonis Pineda.
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Ya a partir de allí, la sensación era como de esperar a ver cuántos caían porque el Team llegaba por las bandas, por el centro, tocando, con centros, con paredes. De cualquier forma.
Sin embargo, la materia en la que todo equipo falla en el fútbol nacional, ese detalle final, la definición, o tomar una buena decisión en el último cuarto de cancha, también estuvo presente en el cuadro rojiamarillo y fallaron algunas opciones, en pies de Allan Cruz, con fortísimos remates desviados y otras aproximaciones donde la bola merodeó el área.
Fue hasta el minuto 40, con el gol de Cruz, que el partido empezó a definirse porque Sporting no daba muestras de cómo dar pelea, no por disposición táctica, ni porque Hernán Medford así lo pidiera, sino porque Herediano es superior.
Cruz se metió al área, solito. Elías lo vio desde la derecha y le puso un centro como con la mano. Allan giró el cuello y mandó la bola al fondo de la red.
Era justo y correspondía a lo que se veía en la cancha. Incluso, el marcador al finalizar el primer tiempo más bien parecía que se había quedado corto.
Herediano siguió generando opciones, jugaba a sus anchas y la expulsión de Alejandro Reyes de Sporting, terminó de abrir las puertas a la tranquilidad. No se tradujo en más goles. Sporting redobló esfuerzos, el Team pensó en las piernas y en las energías para el juego de vuelta ante el Robinhodd, el miércoles a las 4 de la tarde en Paramaribo.