El futbolista hondureño y exdefensor de Alajuelense Henry Figueroa fue detenido por la Policía Nacional de Honduras y llevado a una estación policial.
Así lo informaron diversos medios hondureños, que dijeron que la detención se dio porque no le tocaba circular y habría irrespetado a las fuerzas del orden.
Este 22 de junio podían circular únicamente las personas con último dígito 6 en su cédula, mientras el domingo nadie debía salir.
Informes preliminares indican que el jugador de Marathón fue trasladado al puesto policial en la colonia Kennedy de Tegucigalpa y que posteriormente se le iba a llevar a la estación en El Manchén.
Actualmente el defensa enfrenta una investigación por supuesto dopaje cuando fue jugador de la Liga, en Tiquicia.
Las autoridades de Agencia Antidopaje de Costa Rica han querido contactarlo y así notificarle sobre cómo va el proceso y que él brinde una declaración.
Diario Diez se puso en contacto con el abogado Pablo Barahona, quien también es el titular de la Comisión Nacional Antidopaje de Honduras porque ha intentado localizar al zaguero de Marathón, sin éxito aún.
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Extraoficialmente se habla de que a Figueroa le podrían caer hasta dos años de castigo tras acabar investigación, pero no aparece.
“Si no se da ayuda de la Federación se puede dar una sanción. También se contactó a Marathón para pedir el correo de Henry, luego contactamos al abogado del jugador, pero no se obtuvo ningún resultados hasta ahora.
“El mayor afectado es el atleta y por eso yo le mandé una nota bien amplia al abogado del jugador donde se le exhortaba para ubicar al futbolista y que no haya efectos secundarios”, dijo.
Barahona agregó que Figueroa dio dos versiones y ninguna de las dos era cierta, por lo que debe salir a dar la cara.
“La sanción de dos años es temporal, pero una vez que se tiene más información y se notifican las partes, la decisión la toma la Agencia Mundial Antidopaje y la sanción podría ser más grave, mayor a los dos años. Cuando usted evade tiene que demostrar si tenía o no tenía droga... Sustancias prohibidas”.
La novela empezó el 8 de diciembre del 2019, cuando Figueroa terminó de jugar con la Liga y recibió una llamada en la que, supuestamente, le decían que había muerto su abuela.
Él había sido llamado a una prueba doping, pero al final no la hizo por la supuesta mala noticia, que al final no era cierta.