Henry Bejarano se convirtió este domingo en el protagonista del duelo entre Herediano y Alajuelense al pitar un polémico penal al minuto 93, que le permitió a los florenses empatar a 3-3 en el Rosabal Cordero.
La acción y el penal que marcó Yendrick Ruiz provocó el enojo en los manudos, por lo que reclamos provocaron las expulsiones al final del juego de Kenner Gutiérrez y Barlon Sequeira. En Repretel confirmaron poco después de Jonathan McDonald se sumó a la lista.
Pareciera que la señora regañada que la agrupación Somos la Liga les dio a los jugadores erizos cumplió su cometido pues los rojinegros mostraron otra cara, aunque al final el empate resultó doloroso.
En esta ocasión el equipo erizo salió a darle con todo, tal como lo exigió el grupo de fiebres en la carta que publicó el viernes pasado.
El primero que hizo vibrar el ambiente del Rosabal Cordero fue Nextalí Rodríguez, quien aprovechó un pésimo pase al centro de Bernald Alfaro, para madrugar a José Andrés Salvatierra.
El atacante quedó en un mano a mano con Mauricio Vargas y no perdonó apenas a los 5 minutos.
La cosa siguió y apenas a los diez minutos, Jonathan McDonald sacó uno de sus mejores pasos y con un remate desde fuera del área sorprendió a Esteban Alvarado, al que le picó la pecosa antes del entrar al área pequeña y se lo “comió”.
El partido tenía un ritmo trepidante con dos goles y opciones en ambos marcos. La defensa de la Liga sufría horrores casi en casi todos los ataques del Herediano.
Lo de la Liga era como el compa que no sabe bailar, pero que hacía el intento, obviamente que apenas se le paraba a la par alguien que si sabía, se veía terrible, debido a la presión que ejercía el Herediano.
El Team realizó nueve remates directos en el primer tiempo y solo uno acabó adentro del marco, en parte por el buen partido que se jugó “el Gring”o Vargas, que se la jugó en grande.
Vargas le tapó un cabezazo a Granados al once, le hizo un paradón a Gerson Torres al 20 y luego otro más espectacular a Randall Azofeifa a una mano al 42. En una defensa coladero, al arquero le tocó hacerse grande.
La Liga, además, se salvó con un tiro libre que Randall Azofeifa que pegó en el palo y de otra de Gerson que Bernald sacó cuando la bola iba para adentro. La rayería cayó por todo lado ante la desesperación del técnico Andrés Carevic.
El hecho de que el Herediano llegara tanto, tampoco significaba que estuviera tranquilo atrás, porque como lo decía la carta de Somos La Liga: “Queremos ver jugadores entregarse al máximo”, exigencia que los erizos cumplieron al máximo.
Alajuelense demostró contar con mejor efectividad que los florenses al 31, cuando consiguió el segundo pepino y le dio vuelta al marcador a pesar de sus penurias en la zaga.
La jugada nació con Alex López que sacó un remate que pegó en Jonathan Moya, quien logró desviar la pecosa con su muslo y le quedó a Ariel Ariel para que le pegara con todo y rastrero para pasarla en medio de las piernas de Esteban Alvarado.
Apretó
Para el segundo tiempo, el Team intensificó el ritmo, le metió más ganas al asunto y siguió acosando a la insegura zaga eriza, pero sin conseguir nada hasta que llegó un error de Vargas que les regaló un tiro de esquina a los locales.
El Gringo intentó despejar un balón que iba a salir y que no producía mucho peligro, pero la pifió y concedió un tiro de esquina. En el cobro entró Keynner Brown solo y puso el 2-2 a los 70 minutos con un cabezazo.
En esa jugada Jonathan McDonald reclamó una falta sobre él que Bejararno no pitó, pero la acción que enfureció a los manudos llegaría más adelante.
Saber moverse bien no necesariamente garantiza mucho, porque otra vez al Team la celebración no le duró mucho, ya que cayó el 3-2 a los 74 minutos, para demostrar la efectividad eriza en el juego.
Adolfo Machado hizo unos de sus saques de bandas con cara de centros que Moya peinó, la pecosa le cayó a Bernald Alfaro, quien la pegó casi de seguido dentro del área para conseguir de nuevo la ventaja.
Al final, apareció la jugada con la que Bejarano se robó en show, ya que señaló un penal en una jugada muy común dentro del área que sus colegas e incluso él han dejado pasar en muchas ocasiones. Ruiz cobró, anotó y empezó la reclamadera manuda.