EscucharEl fútbol femenino en Costa Rica no da pie en bola en lo deportivo, pero a nivel de clubes la situación pasó este martes a otro nivel, en lo que podemos calificar como una guerra declarada.
Dimas Escazú, Pococí, Coronado, Carmelita y Chorotega publicaron este martes una carta abierta en la que acusan a otros clubes, dejando en evidencia la clara división que hay en el fútbol femenino, en vísperas del premundial sub-20 que se celebrará este año en Costa Rica.
La carta le tira dardos con veneno a Alajuelense, Sporting, Saprissa (que se retiró del torneo) y Puerto Viejo (también retirado), a Wílmer López, entrenador manudo, y al técnico de la Tricolor, el español Benito Rubido.
El primer filazo fue a los cuatro equipos mencionados, pues consideran que ellos han abogado porque el número de equipos se reduzca a seis equipos, una situación que sería antirreglamentaria.
“Nuestra postura siempre ha estado fundamentada en la falta de estudios concretos que demuestren que una reducción de equipos resultaría en una mejora del nivel del campeonato nacional o de las selecciones nacionales”.
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En la carta se expresa que entre los requisitos de FIFA, Uncaf y Concacaf, debe haber un mínimo de ocho equipos para que el país pueda ser considerado en torneos internacionales.
“(Esos clubes) apoyados por figuras como el director técnico, Beni Rubido, ha sido alarmante. Es sorprendente que no estuvieran al tanto de que esta reducción les negaría la posibilidad de participar en torneos internacionales”, dice la misiva.
El texto habla, además, de lo que tacha como unas declaraciones “desafortunadas” del Pato López: “En Costa Rica, quitando a Alajuelense, los demás clubes no dan un respaldo sólido, fuerte al fútbol femenino”.
También le tiran al entrenador de Puerto Viejo, Carlos Avedissian, porque consideran que no muestra ningún interés por las ligas menores y esa postura va en contra de FIFA y Concacaf que piden desarrollo, formación y mantenimiento de una estructura para el licenciamiento de clubes.
“Lamentablemente Puerto Viejo no cumplía con esos criterios, sin equipo de alto rendimiento ni estructura de liga menor”.
Parece que la rivalidad de los clubes tomó otro nivel fuera de las canchas del fútbol femenino.
