Alex Orlando Matarrita representa a la esencia de muchos guanacastecos, ya que es una persona sencilla, esforzada y que trabaja duro para salir adelante con un profundo amor por su tierra, a la que quiere llevar a lo más alto que pueda.

Como sucede en Nicoya, Alex conoce a casi todo el pueblo y la gente lo conoce a él, no solo por ser uno de los jugadores de la Asociación Deportiva Guanacasteca, sino también por su brete como jardinero y empleado de mantenimiento en el Banco Nacional.

Alex está acostumbrado a levantarse muy temprano para dividir su jornada entre sus dos trabajos, ya que así como no le niega la mano para chapear y hacer jardínes tampoco lo hace barrerse y pulsear balones en el terreno de juego.

“El trabajo me queda a treinta minutos de la casa, soy de un pueblo que se llama Iguanita de Mansión de Nicoya. Me levanto entre las cuatro y treinta y cinco de la mañana, porque entro al trabajo a las seis de la mañana y salgo a las dos de la tarde para salir en carrera a entrenar con el club”, explicó Alex.

Con 13 años de actividad, Alex es de esos jugadores que lleva a la ADG en el corazón aunque le ha tocado defender otras camisetas, como la del Jicaral, su rival de este domingo, contra el que definirá este domingo, a las 11:45 a. m., un lugar en la primera división.

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“Tengo bastantes años de estar acá en la institución y en mi caso por dicha conocí a buenas personas que me dieron el trabajo de jardinero y hago de todo un poquito.

La gente se identifica conmigo por llevar tanto tiempo en el club, me atrevo a decir que me tienen mucho cariño", comenta Alex, a quien apodan Tuna en su pueblo.

Después de entrenar, el día no se acaba para Matarrita, porque se queda en el estadio Chorotega o en alguna cancha cercana para dirigir los entrenamientos de una de las escuelitas de fútbol de la ADG, proyecto que lo ilusiona muchísimo.

“Estamos peleando las semifinales contra Consultants, es otra cosa a la que tengo que salir en carrera para poder estar con los chicos. La verdad que si es atareada, voy aquí, trabajo allá, vengo acá, entreno, me voy a la escuelita, pero se hace con mucho gusto”, cuenta el nicoyano

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Pulseador

Alex es el primero que reconoce que es un pulseador de primera, porque desea darle lo mejor a su hijo Liam, de dos años y cuatro meses.

“Con lo poco o mucho que me ayudan acá en el equipo tengo que ver cómo salgo, dichosamente soy padre de familia, tengo un bebé hermoso y él es mi motivación, así que ahí la llevamos día a día con esfuerzo”, destaca Alex.

Gracias a su positiva manera de ser y las ganas que le mete a la vida procura contagiar a sus compañeros para lograr conseguir el ascenso a la máxima categoría, un sueño que casi consigue en el 2006 cuando perdieron la final contra la UCR.

“Yo a cada partido que salgo a jugar me juego la vida porque no sé si será el último. Yo vivo cada partido y entrenamiento de esa forma, soy de las personas a las que les gusta disfrutar el momento", considera.

Sobre el juego de este domingo ante Jicaral, afirma sentirse contento de ir a cerrar a la casa de su rival, en la misma cancha donde ganaron 4-1 en el torneo de Apertura 2018 para ganarse un boleto a la gran final de la segunda.

“Es cierto que el equipo nuestro se siente más cómodo jugando de visita y más en esa cancha que es de las mejores en segunda división, vamos a ir a hacer nuestro juego”, finalizó Matarrita.