EscucharLas fuertes lluvias que han azotado al país en los últimos días han causado estragos en la planificación de los equipos de fútbol, especialmente en Guanacaste y Puntarenas, donde los terrenos de juego han sufrido las mayores afectaciones.
Equipos como Guanacasteca y Liberia han tenido que buscar soluciones creativas para mantener sus entrenamientos, pese al mal tiempo.
Aunque en el Puerto también ha llovido mucho, el Puntarenas FC ha solventado positivamente la situación con el campo de entrenamiento que recién construyó y cuyos terrenos, uno natural y otro artificial, han soportado de gran manera la cantidad de lluvia que ha caído. Además, el estadio Lito Pérez no lo usan para entrenar.
Pero Guanacasteca y Liberia sí han tenido que hacer todo tipo de gestiones para que sus jugadores puedan hacer las prácticas.
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Yosimar Arias, gerente deportivo de los chorotegas, explicó que han tenido que buscar plazas y que cuando del todo no se puede, recurren a canchas de fútbol cinco, bajo techo, situación que les hace variar el entrenamiento por completo.
“Ha sido complicado por el agua. Nosotros no hemos usado el Chorotega desde el último partido, es imposible, lo cuidamos al máximo”, dijo.
Arias contó que el equipo ha tenido que salir a varios pueblos buscando soluciones y han encontrado buena respuesta de las comunidades.
Muchas tienen plazas aptas y cuidan los terrenos, pero debido a la cantidad de agua que ha caído, se les hace difícil prestarla o alquilarla, aun con la mejor voluntad de ayudar, ya que el agua no da tregua ni siquiera para recortar el césped.
Yosimar dijo que han ido a entrenar a Jicaral (club de segunda), a Pueblo Vía Mansión del equipo de Huracanes y a Moracia.
“Eso nos ha incrementado el gasto económico, solo un viaje a Jicaral son 80 mil colones, a Moracia y Pueblo Viejo son 60 mil colones”, añadió.
Mientras tanto, en Liberia, también han tenido que utilizar canchas alternativas y al igual que los guanacastecos, están muy agradecidos con el equipo de segunda división, Jicaral.
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Los aurinegros han ido a Mansión y Acoyapa, donde no les cobraron nada. El equipo viajó en bus desde el club a esas localidades, pero no han sacado una contabilidad de cuánto han invertido por hacer esos viajes.
En Puntarenas, como ya lo indicamos, las condiciones climáticas han sido difíciles, pero el centro de entrenamiento funcionó a la perfección.
“Más bien, estábamos esperando lluvia como esta, para ver cómo se comportaban los terrenos”, nos informaron en el departamento de prensa.
En medio de un invierno complicado, los equipos se las ingeniaron con alternativas para cumplir con su preparación sin descuidar sus terrenos principales. Además, se demostró el compromiso de las comunidades con estas instituciones deportivas.
