Saprissa empieza esta noche de miércoles un proceso de “limpia” de la gradería sur, que tantos dolores de cabeza ha generado.

Los aficionados del Saprissa que asistan a la Cueva a ver el partido entre su equipo y el Impact de Montrea, por la Liga de Campeones de la Concacaf, se toparán con una novedad.

Y, ojo, no hablamos de la primera vez que el astro francés Thierry Henry visite Tiquicia, sino de la presencia de la Banda Municipal de Tibás, que se colocará en la gradería sur del para amenizar la mejenga contra los canadienses.

Durante todo el partido, 60 músicos del cantón estarán poniéndole sabor a la noche y alimentando un ambiente de fiesta ideal para la familia en la primera mejenga que se juegue en el Saprissa sin la Ultra.

La barra brava morada fue prohibida de manera permanente el lunes 10 de febrero, luego del pleito que algunos de sus integrantes habían protagonizado con la Fuerza Pública un día antes en el clásico.

Al quedar ese espacio disponible, en el Monstruo conversaron con la banda municipal y desde hace una semana se pusieron a ensayar las piezas que se sabe todo morado.

Si piensa ir al estadio vaya refrescando en su memoria Viva Saprissa, Monstruo de mi vida, Vamos morados o Sale campeón, algunos de los temas que la banda tocará en versión instrumental junto con otros propios de su repertorio.

Andrés Solano, director de la banda, nos contó que la idea es que ellos pongan la música y la afición se encargue de la voz.

“Son canciones emblemáticas que se han tocado siempre en el estadio, casi himnos, me pidieron hacer los arreglos para interpretarlas durante el partido”, dijo Solano.

El director dejó claro que no van a tomar el lugar de la Ultra, sino a darle forma un proyecto nuevo que espera sea del gusto de la afición y que esta se identifique con la propuesta.

“La banda no está compitiendo con ninguna otra (agrupación), la intención es mantener el ambiente de estadio, animado al público y ofrecerle algo diferente”, comentó.

En la banda comprenden que la música mete mucha alegría en una actividad deportiva y motiva al equipo, por eso asumen la tarea como un reto, más que se trata de un partido que será transmitido internacionalmente.

“Estamos muy motivados para ofrecerle un buen espectáculo al público y estamos, a la vez, esperando que la gente nos reciba bien y le guste el cambio que se quiere realizar. La proyección nacional e internacional es algo bastante importante como agrupación, es un peso grande sobre los hombros”, dijo el direc.

“Anteriormente el Saprissa nos había invitado a diferentes eventos, a espectáculos durante el medio tiempo sobre la gramilla, pero esto es muy diferente, es una catapulta internacional”, añadió.

Andrés contó que en la banda han hablado del tema y él les dio permiso a los muchachos a que se dejen llevar en el partido si es que alguno quiere aplaudir o saltar, dado que la mayoría son morados.

“Durante los ensayos he notado ese fervor morado, muchos están superansiosos de estar en un evento tan importante y de representar al club. Tenemos un poco de miedo a la crítica fuerte, nosotros nos estamos saliendo de lo que habitualmente hacemos como una banda de marcha por ayudar al club”, declaró.

Más cambios

Además de la presencia de la banda, en la gradería sur de la Cueva ya se eliminó la malla que dividía la parte donde estaba la Ultra con el de sol sur familiar, adonde podían ir familias con niños.

“A la banda la ubicamos en la gradería sur, invitamos a niños de Fundación Saprissa y nuestras ligas menores, a familias completas para hacer el ambiente”, explicó Marcela Trejas, gerente de comercialización y marca de la S.

Para la gerente, la decisión de llevar a la banda es intentar algo diferente y dar un paso en la intención de convertirse en el estadio más familiar y tranquilo de la región.

"Nosotros no hablamos de afición por donde se ubique la gente, es la afición completa, nos debemos a las familias y que el estadio se mantenga así.

“Para nosotros significa mucho la relación con la municipalidad, la banda viene a darnos un ambiente bonito”, añadió.

Será este miércoles cuando tanto los morados, como Titi Henry y compañía jueguen al ritmo de una música muy diferente de la que suele oírse en otros estadios.