El Atlético dejó ir una gran oportunidad para aferrarse a la Liga, al perder este sábado ante el Barcelona 2-0 en el Camp Nou, con goles de Luis Suárez (85) y Lionel Messi (87).
Para los culés sumar tres puntos ante su inmediato seguidor le deja la liga sentenciada a su favor.
A falta de siete jornadas para el final (21 puntos en disputa), el Barcelona aventaja en 11 unidades (más el gol diferencia de 50 a 24) al Atlético, que jugó con diez durante una hora por la expulsión del delantero hispanobrasileño Diego Costa con roja directa.
Tercero, a 13 puntos, está el Real Madrid, que sufrió mucho para imponerse 2-1 en el Bernabéu al Eibar (11º).
El cuadro colchonero soportó durante 85 minutos, la presión azulgrana y el objetivo de llevarse al menos un punto, pero a pesar de la brillante actuación del meta Jan Oblak, dos pepinos de las estrellas culés lo mandaron sin nada a Madrid.
Las cosas se le complicaron más a los rojiblancos con la jugada que pudo ser clave en el partido. Diego Costa protestó airadamente una decisión del árbitro Gil Manzano y este le mostró la tarjeta roja directa de una vez al minuto 29.
Ante la roja, Diego Simeone ordenó la retirada del lateral colombiano Santiago Arias para dar entrada el volante argentino Ángel Correa y con ese cambio táctico el Atlético minimizó los daños causados por la expulsión de Costa, al punto que el Barça, salvo un par de acciones de Lionel Messi y otra de Coutinho, apenas volvió a inquietar la portería rojiblanca.
La segunda parte casi se convirtió en un mano a mano entre Messi, el máximo goleador de la Liga con 32 goles, y Oblak, el portero menos goleado con 21 tantos en contra.
El astro argentino era quien más peligro creaba ante Oblak (minutos 56, 61, 62, 64 y 69), pero el portero esloveno respondía a todas ellas con soberbias atajadas.
El Atlético de Madrid tampoco se encerró atrás, aunque su mayor peligro llegaba en jugadas a balón parado, como un golpe franco directo que Griezmann envió a las manos de Ter Stegen (68) y un claro cabezazo de Rodri que se marchó alto por poco (75).
Pero el equipo madrileño no soportó jugar en inferioridad durante casi una hora y acabó rindiéndose a poco para el final, cuando Luis Suárez abrió el marcador con un derechazo desde fuera del área ajustada al palo y Messi sentenció luego de un jugadón en el que tiró tres fintas, amagando con un disparo fuerte al palo largo y sacarse de la manga un tiro suave al primer palo que dejó a Oblak sin reacción y apenas viendo la pecosa entrar.
Además de tener la Liga prácticamente asegurada, el astro argentino de los azulgranas se convirtió en el jugador con más triunfos en la historia del torneo español con 345 en 447 partidos de Liga, superando a Iker Casillas y Andoni Zubizarreta.