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Generaleños hasta jugarían lesionados para sacar la serie ante Saprissa

Lauro Cazal jugó con una molestia ante los morados y tuvo que abandonar el campo, pero admite que volvería a jugar así de ser necesario

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Cazal puso a sufrir a los morados por lo menos un rato en suelo generaleño. Fotografía José Cordero (Jose Cordero)

El apodo de Guerreros del Sur, no es casualidad, ya que los jugadores de Pérez Zeledón desean comportarse como tal en el juego de vuelta ante Saprissa de este miércoles, donde tratarán de sacar adelante la serie en el en el estadio Ricardo Saprissa, tras el empate 1-1 en la mejenga de ida.

Lauro Cazal es un claro ejemplo de esa garra generaleña, ya que tiene heridas de guerra recientes y aún así no quiere darse por vencido y darlo todo ante los morados.

En el primer duelo de la semifinal, Cazal anotó al minuto 10, pero al 52 tuvo que abandonar la batalla con un dolor a la altura de la ingle de su lado derecho. El hombre ya no daba para más y como estaba tan ruda la cosa, decidió darle campo a alguien que estuviera, literalmente, con toda la pata, por lo que Yuaycell Wright entró en su lugar.

“En el primer partido no tuvimos el resultado que queríamos, pero jugamos contra un equipo grande y que también propone. Seguimos vivos y sabemos que tenemos que ir a buscar el resultado con mucha inteligencia”, dijo el grandote delantero generaleño de origen paraguayo.

“Esa molestia ya la traía desde Heredia, del partido que tuvimos en la última fecha de la fase regular y en el que también había pedido cambio. Yo jugué (ante Saprissa) condicionado por la molestia y aguanté, pero ya me apretó de vuelta y pedí cambio para no afectar al equipo. Sí vale la pena (jugar así) porque son semifinales, a estas instancias no cualquiera llega, somos cuatro equipos en acción y ocho nos están viendo”, agregó.

Lauro considera que la moneda está en el aire y confía en que José Giacone salga con el mejor esquema posible en la Cueva para salir celebrando de Tibás el pase a la final de la segunda fase del campeonato.

Lauro está en la zona sur con su esposa Nataly Franco y su hijo Paulo. Foto: Mario Cordero

En el Valle de El General, quedó clarísimo que morados y sureños tienen estilos de juego que pocas veces se atreven a cambiar, por lo que tendrán que buscar alternativas para marcar diferencia.

“Nosotros tenemos nuestro estilo, en casa jugamos de una forma y afuera el profe lo analiza siempre de otra forma. Es por eso que el profe va a tener claro cómo enfrentar el compromiso de visita. Nosotros vamos con toda la fe”, indicó el goleador, quien sabe que el equipo debe anotar.

Lauro deberá pasar una prueba médicas para saber si puede jugar o no la mejenga de vuelta, pero advirtió que está dispuesto a volver a mandarse con todo aunque la molestia persista.

“Tuve una fuerte contractura, yo me voy a dedicar a aflojar esa zona con los doctores y los terapeutas. Tengo la fe intacta de estar en ese partido y aunque no sea desde el arranque por lo menos estar a disposición del equipo en la banca. Creo que voy a llegar porque siempre soy positivo”, dijo convencido.

Cazal quiere jugar porque con su altura ha hecho mucho daño, tal como pasó en el Estadio Municipal donde anotó ganando un balón por todos los aires de cabeza.

Andrés Mora

Periodista con licenciatura en Comunicación de Mercadeo. Forma parte del equipo de Deportes. En Grupo Nación desde noviembre del 2011.

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