El sueño de cualquier equipo de fútbol tico es que llegue un socio muy generoso y les eche la mano en el tema de plata.
Pero si ese socio se ganó 188 millones de euros (¢120,385 millones) y decide comprar el equipo, pues mejor.
Pues eso precisamente pasó en Escocia con el equipo Partick Thistle, al cual Colin Weir y su exmujer Christine el echaron una mano hace 11 años al pagar 10 millones de euros (¢6,403 millones) que tenían en deudas.
Sin embargo, todo no quedó ahí, ya que ahora decidieron comprar el 55% de las acciones para dárselas a los aficionados, es decir, para que sean los dueños mayoritarios del club, según publica el diario español La Vanguardia.
"(Colin Weir) se adueñó del 55% de las acciones, que no se va a quedar él, sino que las va a regalar a los socios para que se conviertan en dueños.
“Colin es aficionado de toda la vida del Partick Thistle, y tras ganar su premio liquidó de un plumazo diez millones de euros (¢6,403 millones) de la deuda del club y prometió otros tres millones de euros (¢1,921 millones) para la creación de una masía y centro de entrenamiento donde formar a las jóvenes promesas, un dinero que lleva tiempo congelado en vista de sus discrepancias con la directiva por su falta de ambición y la resistencia a hacer fichajes”, indica el sitio web.
Según la nota, el multimillonario compró el equipo para impedir que sea adquirido por el mismo consorcio de inversores norteamericanos y chinos que son propietarios del Barnsley inglés.
La pareja no solo le echó una manota al club de sus amores, sino que se compraron un par de mansiones, cancelaron deudas y otras necesidades de amigos y conocidos, regalaron su viejo apartamento de tres habitaciones a la vecina y donaron plata a organizaciones caritativas y al SNP (Partido Nacional de Escocia).
Además de las acciones, Weir va a donar una buena parte de los terrenos donde se encuentra el estadio.
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El club rebelde
El equipo Partick Thistle no es muy conocido por sus glorias deportivas, pese a haber ganado una Copa al Rangers y una Copa de la Liga al Celtic.
Actualmente es el último lugar de la tabla de la segunda división escocesa, con tres victorias en quince partidos, 19 goles a favor y 31 en contra.
"El Thistle se considera por encima de las divisiones sectarias, políticas y religiosas de Glasgow, donde el Rangers representa el unionismo, el conservadurismo y a los protestantes, mientras el Celtic es el equipo de los católicos, irlandeses y nacionalistas.
“El núcleo de sus seguidores son profesores y estudiantes universitarios, intelectuales, escritores, artistas, abogados, asilados políticos y pequeños comerciantes. Es el equipo de las clases medias”, se lee en la publicación de La Vanguardia.
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Incluso, es el único equipo escocés que ha incorporado a su camiseta los colores del movimiento LGTB, un gesto de corrección política que entre las barras rivales no ha caído demasiado bien.
“Su cántico favorito (del que ahora el club quiere desasociarse por considerarlo demasiado ofensivo) es un ataque al Celtic y al Rangers, al Vaticano y al palacio de Buckingham a partes iguales. Mientras su mascota es Kingsley, una especie de sol demente con patas que representa la angustia del aficionado de fútbol", concluye la información.