Lo cotidiano del torneo nacional de fútbol.
Un Herediano encumbrado. Una Liga que sigue perdiendo. Un Cartaginés cerca del último lugar. Un Santos y un Pérez Zeledón que parecen equilibrarse y los demás, inconstantes.
Un ejemplo es Carmelita que, luego de muchas derrotas, logró ganarles a los manudos en el Morera Soto y golear a los brumosos, pero tres días después perdió en casa ante Liberia que, el miércoles en la noche cayó ante Cartago. Los brumosos consiguieron su tercera victoria, tras 17 fechas.
¡Qué locura! Los que trabajamos en el fútbol nuestro sabemos de esa inconsistencia, de esa falta de fortaleza mental. Quizá toda esta inmediatez del torneo nos hace olvidarnos del fútbol menor.
Dejamos a un lado la participación en el Mundial de la India de la sub- 17 y su débil rendimiento.
De esta selección se quejaron de la fortaleza de los rivales, pregunto, ¿eso no se sabía desde antes? .
Mientras en Limón también ponían el grito al cielo, porque no tomaron en cuenta a jugadores de la provincia que, al parecer, sí tenían las condiciones y esa fortaleza.
Sin embargo, en la selección respondieron que ellos fueron a hacer visorias, pero los jugadores que vieron sintieron que no tenían las condiciones.
¿El director, supervisor y director de selecciones menores realizan su trabajo bajo la supervisión de quién?
Completa su cuerpo técnico con compatriotas suyos, dejando poco espacio para técnicos nacionales y el crecimiento no se ve luego de preparaciones envidiables nunca antes vistas.
¿Quién explica algo y quien evalúa?