El videoarbitraje (VAR) tuvo un exitoso debut en las copas del mundo.
En la mejenga entre Francia y Australia jugada la madrugada de este sábado y que ganaron los galos 2-1, se marcó el primer penal luego de consultar las cámaras.
El árbitro uruguayo Andrés Cunha recurrió a la tecnología impulsada por la FIFA a los 57 minutos para sancionar una pena máxima a favor de los ‘Bleus’, que un minuto después transformó en gol Antoine Griezmann.
La victoria francesa estuvo marcada por la tecnología porque fue por medio del “ojo de halcón” que Cunha dio como legítima la anotación de Paul Pogba, al vibrarle el reloj que le avisó que el balón pasó en su totalidad la línea de gol al minuto 81.
Antes, Mile Jedinak a los 62, también de penal, marcó el empate en el Kazan Arena, al que acudieron cerca de 42.000 aficionados.
“Podemos hacerlo mejor y tenemos que hacerlo mejor, lo esencial está. El primer partido siempre es muy importante y esta victoria nos coloca en la mejor posición. Fue un partido difícil contra un buen equipo de Australia”, dijo un crítico Didier Deschamps, técnico de Francia.
Australia vendió cara la derrota
Impulsado por una numerosa afición, los Gallos empezaron el partido con mayor determinación y llegó a poner contra las cuerdas a los ‘Socceroos’ a partir de la buena movilidad de Kylian Mbappé en el ataque y la velocidad de Ousmane Dembélé.
Mbappé tuvo la primera acción de riesgo con una internada en el área que el golero Mathew Ryan mandó al tiro de esquina, y luego fue Paul Pogba el que probó al meta del Brighton inglés en un tiro libre.
Griezmann también tuvo lo suyo con un remate desde la frontal del área que terminó en las manos de Ryan.
En esos 15 minutos iniciales se vio lo mejor de los ‘Bleus’, que dominaban con un planteo ofensivo y dinámico, pero Australia consiguió recomponerse y empezó a emparejar el duelo al plantar más batalla en el mediocampo y discutirle la posesión.
En un cobro de costado, los oceánicos probaron los reflejos del capitán galo, el portero Hugo Lloris, cuando se tiró abajo sobre el vertical izquierdo para evitar un autogol después de un toque involuntario de su compañero Corentin Tolisso.
Con las acciones más parejas, Francia y Australia entraron en un juego aburridísimo, en el que se fueron diluyendo los hombres de Didier Deschamps a la luz de un compacto planteo de los ‘Socceroos’.
En la reanudación, Francia nuevamente propuso un esquema más ambicioso, y otra vez empezó a empujar a Australia hacia su arco, como lo hizo en los primeros minutos de la inicial, al final se llevó una merecida victoria.
El VAR hizo justicia
A partir de esa presión constante llegaron las jugadas de riesgo, la primera un pase de Pogba a Griezmann que entraba en velocidad al área y fue derribado por Joshua Risdon, pero el árbitro no vio nada.
El del Atlético de Madrid y la banca gala protestaron la acción, lo que obligó al réferi uruguayo a recurrir al VAR para decidir sobre la existencia de una falta en el área grande.
Acuña revisó la pantalla durante un minuto y sancionó la pena máxima. Griezmann tomó la ejecución y la transformó en gol a los 58 minutos.
Pero cuatro minutos después vino el pecado capital de Samuel Umtiti, quien al intentar rechazar una pelota aérea de costado levantó torpemente el brazo y la tocó cambiándole ligeramente la trayectoria.
Penal sin discusión, ni falta hizo revisar en el VAR, Jedinak ejecutó a los 62 y puso el 1-1 en el marcador.
Pero los australianos no lograron mantener la intensidad exhibida durante la primera parte y lentamente comenzaron a replegarse y a verse cada vez más lejos del área de Lloris.
Francia supo capitalizar eso y a puro esfuerzo llegó al 2-1, con una pelota que se encontró Pogba a manera de rebote dentro del área que picó en el travesaño, pero que logró superar por escaso margen la línea de gol, lo cual se ratificó por medio del reloj que lleva el juez del encuentro y que de inmediato suena una alarma, marcando que la pecosa sí traspasó la línea de gol. La tecnología le dio la victoria a Francia.