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Gabriela Traña es de hace muchos años una de las atletas más reconocidas y laureadas de Costa Rica, ha representado al país desde Juegos Olímpicos hasta las carreras más duras en el mundo.
A ella nos la encontramos como parte de los invitados de cara a la carrera y caminata Avon, la cual se realizará el 1° de octubre en San José y agrupará a miles de personas para que hagan consciencia sobre el peligro del cáncer de mama y de esa enfermedad en general. Todo lo recaudado se donará a la Fundación Nacional de Solidaridad Contra el Cáncer de Mama (Fundeso).
Gaby ha tenido esta enfermedad muy cerca, en el caso de su mamita, doña Luisa, quien ha combatido en dos ocasiones este padecimiento.
El 2023 no ha sido fácil para la referente tica en este tema, pero gracias a la ciencia y a Dios cuenta que han logrado salir adelante y ahora ya se está recuperando pura vida.
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“Hay que tener ese llamado hacia la vigilancia y el control de los síntomas del cáncer de mama, en mi familia no hemos tenido cáncer de mama, pero sí de útero y hemos vivido a través de mi mamá, todo lo que significa la cirugía, la quimioterapia, la radioterapia”
“Tengo que reconocer que Costa Rica cuenta con un equipo médico increíble, aunque el avance en salud es realmente magnífico, creo que la principal herramienta es este llamado a estar chequeándonos, monitoreando, que todos los tratamientos implican muchos recursos económicos”, dijo.
-Su mamá es toda una guerrera de la vida...
Así es, ella es sobreviviente ya dos veces, una de cáncer de útero y otra de cáncer de riñón, por lo que en mi familia estamos muy sensibilizados al respecto, por eso en lo que siempre pueda colaborar con este tipo de causas, pues aquí estaré.
¿Este tipo de causas y de carreras a usted deben tocarle más el corazón?
Así es, aunque uno se sensibiliza de la situación de otras personas, creo que cuando uno lo vive en carne propia definitivamente lo ve con otros ojos, lo entiende de otra manera más tangible y sobre todo hace más consciencia del chequeo oportuno.
Mi mamá así fue diagnosticada por ultrasonidos de control, sin tener ningún síntoma y gracias a ese monitoreo constante es que se diagnostica a tiempo y no hay nada que lamentar de momento y vamos bien, gracias a Dios.
¿Hace cuánto fue que la familia enfrentó esta prueba tan dura?
El de riñón fue hace ocho años y el de útero es superreciente, la operaron el 15 de febrero del 2023 y de hecho ahorita en junio terminó la última radioterapia.. En el de riñón no requirió ni radio ni quimioterapia y en este sí.
Ver a la gente en las salas del hospital, en el tratamiento, los síntomas y los cambios que significan en alimentación y en la dinámica de energía que normalmente tiene la gente, hace que uno haga esa consciencia y se sensibilice aún más. Ha sido una época difícil confiando en Dios y agradeciendo al equipo médico tico, a la inversión que hace la Caja, al menos en el Hospital México hay un equipo que no existe en Latinoamérica.
¿Este año para usted el correr y competir es aún más especial entonces?
Sí, así es, definitivamente este eventos siempre tiene testimonios muy conmovedores que le llegan a uno al corazón, pero este año todavía tiene un significado aún más especial.
¿Qué llamado hace para que las personas además se cuiden y hagan deporte?
A que es vital, habrá gente que tal vez no le guste correr, pero que le gusta hacer otro deporte o que tal vez le guste más el gimnasio, una clase de yoga o de zumba, pero el punto es hacer algo y además poder colaborar con este tipo de eventos y dar un granito de arena para que la fundación tenga más recursos para apoyar a más personas que estén pasando por el cáncer y sus tratamientos.
