Javier Rosales, jugador de San Carlos, protagonizó un momento de gran humildad y gratitud al dedicar unas palabras a la madre de sus hijos, previo al partido ante Herediano.
En medio de los retos que ha enfrentado, su testimonio resuena como un ejemplo de madurez y reconocimiento.
Los Toros del Norte, últimos en el Clausura 2025, visitan al campeón y líder invicto en el estadio Carlos Alvarado, y antes del duelo Rosales se atrevió a compartir una confesión que pocos futbolistas hacen de manera pública.
“Estoy muy agradecido con la mamá de mis hijos, fue la única, junto con mi mamá, que siempre estuvo ahí, apoyándome en los momentos duros. Al final, ella decidió hacer su vida por otro lado, pero tengo que ser agradecido con ella”, expresó con sinceridad.
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El jugador también se abrió sobre las dificultades que ha enfrentado en su vida personal, incluyendo una dura lucha contra el alcohol. Sin rodeos, reconoció sus errores y la transformación que ha emprendido para convertirse en un mejor ser humano.
“He crecido como persona y como jugador. La vida me ha llevado a tomar malas decisiones, para ser franco, tenía problemas con el alcohol. Decidí entregarme a Dios y ahora estoy tomando un rumbo diferente. Quiero ser un ejemplo para mis hijos y los niños del pueblo donde vivo”, afirmó con convicción.
Las palabras de Rosales reflejan no solo su proceso de cambio, sino también el impacto positivo que busca generar en su comunidad. Su testimonio es una muestra de que, con humildad y gratitud, siempre se puede encontrar un nuevo camino.