Sebastián Barquero confirmó su vinculación con el equipo Cacique Diriangén de Nicaragua el 31 de enero pasado todo ilusionado, pero en menos de dos meses tuvo que regresar soplado por temor a contagiarse del coronavirus.
El delantero, de 19 años, ya está en Tiquicia junto a sus seres queridos y con quienes pasa la cuarentena, por lo que aprovechó para contarle a La Teja los momentos de angustia que vivió en el vecino país del norte.
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Aunque parezca mentira, su club sigue en competencia, ya que este miércoles a las 6 p. m., en el estadio Cacique Diriangén se enfrentará a puerta cerrara al Wálter Ferreti. Actualmente, el Cacique es tercero en la tabla de clasificación del torneo de Clausura.
–¿Cuál fue la razón principal para regresar?
Yo quería estar con mi familia, estaba muy preocupado por todo lo que estaba pasando en el mundo. Allá no se estaban tomando las medidas adecuadas y yo no quería que me pasara algo. Solo en mi equipo tomó las medidas correctas.
–¿Vio alguna barbaridad que lo dejó sorprendido?
Simplemente nadie se cuidaba como debía.
–¿Cuándo regresó al país?
Llegué a Costa Rica el sábado pasado a las 4:20 de la tarde, gracias a Dios.
–¿Cómo hizo para que el club lo dejara salir si todavía sigue activo el campeonato?
Llegamos a un acuerdo y sigo formando parte del equipo por lo que tengo que volver para el próximo torneo, si Dios quiere.
–¿Dónde está pasando la cuarentena?
Estoy en mi casa (La Puebla de Heredia), paso encerrado en mi cuarto encerrado. Me siento un poco más tranquilo porque sé que estoy con mi familia, pero también estoy preocupado por el tema tan complicado que hemos estado viviendo. Paso pendiente de mis hermanos, de mi papá y mi abuela, acatando las medidas que nos mandó el ministerio de Salud.
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–¿Su familia es numerosa?
Sí, en mi casa vivimos mi abuela y mis hermanos. Unos tíos y primos viven a parte. Mi papá me pasa la comida y solo la recojo y nada más.
–¿Qué tan difíciles fueron los últimos días en Nicaragua?
La verdad, para mí fue demasiado difícil, se comentaba que había bastantes casos y yo estaba preocupado, por eso tomé la decisión y le dije a don Sergio (no dio el apellido), el gerente deportivo, que me quería venir para estar con mi familia y llegamos al acuerdo. La verdad estaba muy complicado por allá.
–Seguimos viendo gente en alrededores de los estadio, ¿no han entendido que es una emergencia?
La gente igual entraba al estadio como si nada, porque se brincaban las tapias, no había policías, ni Fuerza Pública, ni seguridad privada que lo impidiera. Gracias a Dios ya estoy acá y todos están muy bien, ahora solo queda esperar que pase esto para incorporarme al equipo.
–¿Era su primera experiencia en el extranjero?
Sí, esta era mi primera experiencia.
–¿Ayudó Saprissa en su regreso?
Sí, don Víctor (Cordero) me ayudó para poder salir lo más rápido posible, él habló con el presidente del equipo y con el gerente, quienes dijeron que entendían la situación.
–¿Le tocó regresar en bus o en avión?
Me vine en bus, la verdad fue complicado saber si había buses para acá, pero gracias a Dios regresé en uno que salía a las 8 de la mañana.
–¿Qué hace ahora para entretenerse en la casa?
Yo no salgo del cuarto, solo esperando que pase esto. Paso viendo Facebook y no tengo juegos ni nada.