El día de Maykol Ortiz inicia muy temprano. De 5 de la mañana a 1 de la tarde maneja bus en la ruta entre Esparza y Puntarenas, regresa a su casa a almorzar y descansar y a las 5 p. m. está entrenando con el Puntarenas F.C., de la segunda división.

LEA MÁS: Henry Figueroa: el refuerzo que urge pero no urge que juegue con Alajuelense

Ortiz fue figura con Barrio México, de hecho, su buen trabajo lo hizo llegar al Saprissa en el 2010, pero la fiesta y su falta de compromiso lo hizo pasar sin pena ni gloria por Tibás.

Incluso dejó ir el chance de jugar en el fútbol de China, donde le ofrecían ganar cinco veces más de lo que le daban los morados, no sabe ni por qué, dijo en una entrevista con La Nación el año pasado.

Anduvo por As Puma y Jacó Rays, hasta que se dedicó a manejar bus entre Cartago y San José, oficio que le heredó su papá y solamente mejengueaba con un equipo de choferes, hasta que hace unos tres meses decidió dejar la capital e irse a su natal Puerto.

"Empecé a jugar este torneo. Hablando con Alejandra (Ordoñez, dueña del Puntarenas F.C.) y con (Roberto) Wong (entrenador del equipo) se dio la oportunidad de volver otra vez, sinceramente no quería volver a jugar, tenía tiempo sin ver a mi hijo Jeison, de seis años.

“Ese niño es solo bola, bola y terminó siendo una de las motivaciones para volver a jugar fútbol, más que era con Puntarenas, un equipo con la trayectoria que tiene y que llenó mis expectativas”, señaló el jugador de 32 años.

LEA MÁS: Wilmer Azofeifa cree que su paso al fútbol noruego se dio en el momento adecuado

En cuanto a su hijo, el pequeño Jeison vive en Jacó y aunque no asistió el sábado pasado a ver a su papá en la victoria puntarenense de 5-0 ante Fútbol Consultants, posiblemente lo haga en unos días, cuando los chuchequeros se midan a Jicaral.

Maikol cuenta que el cambio de irse a Esparza y ver lo que le gusta el fútbol a su varoncito fue la gran motivación de regresar a un deporte y gastar, como él dice, el último cartucho.

Su gran meta es ayudar a ascender a los naranjas a la máxima división.

Físicamente hablando, el regreso no ha sido fácil, el primer entrenamiento lo tuvo el 2 de enero y asegura que fue dificilísimo.

LEA MÁS: Daniel Colindres celebró su primer cumpleaños asiático

“Sinceramente había sido demasiado tiempo sin entrenar, fue a las nueve de la mañana. Es muy diferente ir a mejenguear, donde uno juega caminando, a estar compitiendo en segunda división que es profesional”, indicó Ortiz.

Pese a eso, el sábado jugó todo el primer tiempo y diez minutos del segundo, por lo que considera que debe mejorar en todo, aunque ya logró bajar 4 kilos y está en el peso ideal.

Eso sí, Maykol está seguro que la condición física irá siendo más óptima con el paso de las mejengas y conforme tome más confianza.

“Mi último partido en primera fue con As Puma y en segunda había sido con Jacó Rays, pero no era como que yo quería estar, solo iba a entrenar, a veces jugaba y ya. Eso fue hace más de un año”, comentó sobre la poca emoción que le producía el fútbol en los últimos años.

Motivado y agradecido

El volante le agradece a sus patronos actuales permitirle trabajar en el horario de la mañana para poder entrenar a las 5 de la tarde porque así puede hacer dos cosas que le gustan y conseguir el salario suficiente para hacerle frente a sus necesidades.

"Después de tanto tiempo que dejé de jugar y que me dedicaba a otro trabajo, lo que puedo es tenerle mucha gratitud a las personas que más bien me han comentado cientos de cosas, que me dan motivación para, por lo menos, seguir adelante.

LEA MÁS: Allan Cruz: “El doble título y lo de la MLS son bendiciones de Dios"

“Es muy bonito que la gente te reconozca y, por ejemplo, el domingo trabajé (en el bus) y las personas me decían que jugamos bien y que siga adelante. Uno se siente lleno de positivismo”, comentó el chuchequero.