El futbolista iraní Nasr-Azadani evitó la pena de muerte en su país, pero deberá pasar 26 años en la cárcel, según publicó este lunes BBC News Mundo.
Fue durante la Copa del Mundo de Qatar 2022 que trascendió el caso del jugado, que incluso se volvió viral cuando personalidades y organizaciones hicieron la denuncia de que el defensor de 26 años había sido detenido por las fuerzas iraníes.
En diciembre, cuando se conoció el caso, se informó que el jugador sería condenado a la pena capital luego de ser arrestado en protestas contra el régimen de los ayatolla, fue cuando actividas y sobre todo la Federación Internacional de Futbolistas (FIFPRO) alzaron la voz.
Todo se originó en setiembre, tras la muerte de Mahsa Amini, una joven de 23 años quien falleció a manos de una fuerza de seguridad en Irán que se llama “policía de la moral”.
Amini, quien era de origen kurdo, no usó el velo de forma adecuada y apareció en un hospital iraní con evidentes signos de tortura. Murió dos días después de su detención.
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En ese contexto se conoció el caso de Nasr-Azadani. En esos momentos, algunos medios indicaron que el futbolista ya había sido condenado a la pena capital, aunque apenas estaba en juicio.
Fue así como algunas organizaciones, grupos y cantantes como Skakira pidieron a la FIFA intervenir en el caso.
Este lunes se dio a conocer el fallo y Azadani fue condenado por ‘asistir a persona a cometer crímenes contra Dios’. La sentencia puede ser apelada.
En el juicio contra el futbolista fueron condenados Saleh Mirhashemi, Majid Kazemi y Saeed Yaghoubi por cargos de “moharebeh”, es decir delitos de odio contra Dios. La pena es la muerte.