El rostro pintado con líneas negras a la altura de las mejillas y la celebración de sus goles imitando el movimiento de un gorila, no son casualidades en Edder Monguío, jugador del Municipal Pérez Zeledón.

Lo que empezó hace más de tres años como una forma de querer intimidar al rival y de imitar lo imponente que es un gorila, ahora son la marca que el defensa le quiere poner a su carrera para que lo reconozcan cuando se retire de las canchas.

“Yo estudié Administración de Empresas y sé que el tema de la marca es importante en cualquiera. Además, el futbolista es visto como un producto, entonces pienso plasmar en un futuro una marca basada en el tema del gorila”, señaló el exjugador del Santos de Guápiles.

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En palabras sencillas, a Monguío le gustaría tener un negocio, por ejemplo, de ropa, gimnasios u otros productos identificado con el gorila.

De ahí su particular celebración, pues piensa que la gente lo recordará por sus años como jugador y comprarían lo que les ofrezca.

Inspirado en el fútbol americano y las películas de acción

La pintura que el generaleño usa en el rostro en la mayoría de mejengas se llama “Eye black” (ojo negro), dice que se utiliza mucho en el fútbol americano o el béisbol estadounidense.

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La primera vez que la usó, hace tres años jugando en Guápiles, la consiguió gracias a una amistad de Limón que jugaba fútbol americano aquí en el país.

Después ha mandado a traer la pintura a Estados Unidos y, pese a no recordar el precio, asegura que es barata, tiene forma de un labial y rinde por mucho tiempo.

También se puede conseguir en algunos establecimientos deportivos en Costa Rica, pero no es tan frecuente su venta.

"Yo he visto muchas películas de Rocky, Jean-Claude Van Damme, Bruce Lee y también veo fútbol americano, entonces siempre me ha llamado mucho la atención ver que les gustaba intimidar pintándose el rostro.

“En el fútbol solo se lo vi en un portero turco en un Mundial, aunque creo que también a (Jaime) Penedo. Un día dije que lo iba a implementar aquí porque siempre he sido de la ideología que cuando voy a un partido es una batalla, una guerra deportiva”, añadió el defensa de 34 años.

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Monguío asegura que, supuestamente, este producto sirve para que la persona no se encandile con la luz del sol o la artificial, por eso él la usa en partidos de día o de noche.

Añadió que la idea que le surgió primero fue la de festejar como gorila y luego vino la pintura. Cuenta que la mayoría de gente lo reconoce por ser el único que festeja de esa manera sus goles y a la fecha no ha registrado ninguna marca a su nombre, quizás lo haga más adelante.

Casado con Jeimy Alfaro, propietaria de la agencia de viajes Jeivacaciones, Monguío anda muy feliz estos días porque hace mes y medio se convirtió en papá por primera vez. Ismael alegró la vida de estos papitos luego de tres pérdidas sufridas en un plazo de 4 o 5 años.

Incluso, señaló que aunque el gorila es su sello, una vez festejó un gol con la bola en el abdomen por el embarazo de su pareja.