En el primer juego de la Copa Oro, Costa Rica enfrentará (domingo 16 de junio, 6:30 p.m.) a una Nicaragua con varios viejos conocidos del fútbol nacional.
Entre ellos está el defensor Carlos Montenegro, quien el pasado campeonato jugó con Carmelita y ahora le partió el corazón en dos a su esposa, Mariana Guillén, al defender los colores pinoleros.
Mariana es costarricense, al igual que Carlos, pero a él le ofrecieron nacionalizarse nicaragüense para jugar con esa selección y aceptó, por eso ahora ella está dividida, por un lado echándole porras a su esposo y por otro al país que ama.
“En realidad me siento muy contenta, superorgullosa, superemocionada, con nervios, ansias y con el corazón dividido”, comentó la joven de 25 años de edad.
Cuando surgió esta posibilidad fue un secreto de pareja, pero desde que se hizo oficial decidieron informar a sus seres queridos y, además de darles mucho apoyo, también se armó el vacilón. La mamá de Carlos, doña María Montenegro, es nicaragüense, eso permitió la nacionalización del jugador.
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Carlos debutó con la sele nica el viernes pasado en la ciudad de San Juan, Argentina. Fue titular en el amistosos de los pinoleros ante Messi y compañía.
“En realidad sí lo vacilan, nosotros mantuvimos todo callado porque entre menos se cuenten las cosas mejor es. Cuando empezaron a hacerse oficiales le comenté a mi familia, papá, mamá, hermana y amigos y vacilando decían que quién iba a creerlo. Siempre apoyándolo, pero sí vacilando. Mi familia le decía que nos había engañado diciendo que era tico”, recordó Guillén.
En algún momento esperaron el llamado por el lado costarricense, pero no se veía cerca.
“Siempre lo esperamos (llamado a la Sele), más que todo por Costa Rica, porque estábamos aquí, nunca nos pasó por la mente que se nacionalizara, pero lo del llamado fue una gran sorpresa, estábamos superemocionados, aunque no era en Costa Rica lo asumimos con la misma alegría”, recordó la esposa del defensor.
“No fue muy inesperado porque a un compañero de él lo nacionalizaron y le comentaron que la mamá de él era nicaragüense, le preguntaron que qué opinaba y lo conversó conmigo, al principio le dije que tenía duda porque podía ser llamado por Costa Rica, pero dijimos que mejor no lo pensáramos y lo aceptara”, agregó.
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Esta pareja tiene seis años de conocerse y cuatro años de casados, todavía no tienen hijos. Son vecinos de Mercedes Norte de Heredia.
Guillén siempre ha sido aficionada al cuadro verdolaga por cuestiones familiares. De hecho, por el equipo fue que conoció a su ahora marido, gracias a Esteban Santana, un excompañero de “Chino” (así llaman a Carlos), que fue quien los presentó.
Por supuesto que ya tiene la entrada en mano para ir al Estadio Nacional a apoyar a su amado.
Además, irá al segundo partido en el estadio Toyota de Texas, Estados Unidos. Salvada que es jornada doble, entonces ahí primero ve el Nicaragua - Haití para apoyar a su marido y después se tira el de la Sele contra Bermudas.
“Desde que nos enteramos que se iba a nacionalizar estábamos con la fe de que lo convocaran a un torneo tan importante y oficial. Cuando vimos el sorteo estábamos muy ansiosos para ver en cuál grupo nos tocaba”, señaló Mariana, recordando que Carlos está muy contento que ella pueda echarle porras en el propio estadio.
Y es que Guillén es muy futbolera, vive los juegos intensamente.
“Siempre me ha gustado mucho el fútbol, me criaron en ese ambiente, toda mi vida he asistido al estadio”, contó.
“Vivo los juegos demasiado, una vez cuando estaba con Carmelita, y como yo siempre he sido tan aficionado, a él le tocó estar fuera de lista y me decía que por favor no gritara, que estuviera tranquila, entonces cuando él estaba jugando yo aprovechaba”, dijo sonriente.
Ahora que han estado lejos por la preparación del defensa, Mariana dice que se comunican a cada instante que sea posible, él aprovecha para contarle cada una de las nuevas experiencias vivida.