Los brasileños empiezan este lunes a despedirse de su mayor ídolo futbolístico, Pelé, fallecido el jueves a los 82 años, en un velorio público de 24 horas en el estadio del Santos, el equipo donde forjó buena parte de su leyenda.
El Vila Belmiro, hogar del “Peixe” en el mayor puerto de Sudamérica, espera un ingreso masivo de torcedores y admiradores del que muchos consideran el mejor futbolista de la historia. Las puertas se abrirán a las 10 horas locales.
Los restos del único jugador en ganar tres mundiales (1958, 1962, 1970) arribaron al lugar alrededor de las 03:40 locales en una caravana salida desde el hospital Albert Einstein de Sao Paulo, donde estuvo internado desde el 29 de noviembre y fue despedido por un puñado de hinchas, constató la AFP.
El cajón negro será ubicado en el centro del gramado del recinto deportivo, con capacidad para 16.000 personas en las gradas, informó el club paulista.
Varias banderas de diferentes tamaños decoran las tribunas: una con ‘O Rei’ de espaldas, mostrando la camiseta ‘10′ que inmortalizó, y otras con los mensajes “Viva el rey”, “Pelé 82 años” o “Camisa 10 del Santos”.
El ingreso estará permitido de manera “ininterrumpida” hasta el martes, tras lo cual empezará una procesión por las calles de Santos, a 75 kilómetros de Sao Paulo, y terminará en un mausoleo de la ciudad con un entierro reservado para la familia.
En ese mismo cementerio, desde donde se ve la estructura albinegra del Vila Belmiro, descansan los restos del padre, el hermano y la tía de Pelé.
La caravana fúnebre pasará por la casa de la madre del legendario exfutbolista, doña Celeste, de 100 años, quien no sabe de la muerte de su hijo.
“Nosotros se lo dijimos, pero (...) ella no es consciente”, dijo el viernes Maria Lúcia do Nascimento, hermana de Pelé, al canal ESPN.
Expectativa sobre la concurrencia
La muerte del letal y habilidoso exatacante, que reivindicó 1.283 goles en 21 años de carrera, la mayoría de ellos en el Peixe, causó conmoción más allá del mundo del balompié y suscitó mensajes de condolencias en todo el planeta.
Pero su deceso, a consecuencia de una cáncer de colon que le fue detectado en septiembre de 2021, no ha provocado de momento manifestaciones masivas en Brasil: pocas personas se acercaron al hospital que lo atendió en Sao Paulo y al Vila Belmiro en los días previos al velorio.
¿Las posibles razones? Las vacaciones de fin de año que llevan a los brasileños a desplazarse, el tiempo que ha pasado (casi medio siglo) desde que ‘O Rei’ se retiró y la antipatía que despierta en algunos sectores de la sociedad por su silencio sobre la dictadura militar (1964-1985) y el racismo.
De descanso en Santos, Silvio Neves Souza, de 54 años, fue el domingo a tomarse una foto con el busto y la estatua de Pelé que adornan un pasillo exterior del estadio del Peixe, decorado con algunas flores y cartas dejadas por seguidores.
El electricista, que no podrá asistir a los tributos por su trabajo en Sao Paulo, confía en que sus compatriotas le darán una despedida a la altura.
“Estoy seguro de que va a ser grande, esos dos días va a pasar mucha, mucha gente, hinchas, no solamente antiguos torcedores que acompañaban su fútbol, sino también niños” que dirán adiós al rey, dijo a la AFP.
“Ya sabía que estaba partiendo”
En los alrededores del templo futbolístico se divisan algunas banderas del Santos y de Brasil con franjas o moños negros de luto. En otro punto de la ciudad, en el que se erige otro monumento al exatleta, se extendieron banderas con su rostro y figura.
“Encanté al mundo con la pelota a los pies”, reza una de ellas.
Otros homenajes se sucedieron en Brasil, principalmente durante la ceremonia de investidura del presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva el domingo en Brasilia, que se inició con un minuto de silencio en su memoria.
En la fachada de la sede de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), en Rio de Janeiro, ahora hay una imagen gigante del otrora 10 con la camiseta de la Seleçao y la palabra “eterno”.
La policía militar del estado de Sao Paulo anunció que desplegará una “estructura robusta” para los homenajes póstumos de Edson Arantes do Nascimento.
También reforzará la seguridad en el aeropuerto de Congonhas, en la capital paulista, ante la previsión de llegadas de deportistas, políticos y autoridades que acudirán al velorio, según el diario Folha.
Pelé estuvo un mes internado en el Albert Einstein hasta su fallecimiento el 29 de diciembre. Desde allí siguió el Mundial de Catar y la eliminación de la Canarinha en cuartos.
“Estuvimos con él” el 21 de diciembre, explicó su hermana Maria Lúcia. “Estaba muy tranquilo, conversamos un poquito, pero yo ya percibía que él lo sentía, él ya sabía que estaba partiendo”.