EscucharFrank Zamora de Guadalupe es el líder de goleo del campeonato pero asegura que necesita afinar su cabeceo para no aflojar en esa lucha personal por el título.
Con cuatro golcitos en cuatro jornadas disputadas comanda la tabla de anotadores, a pesar de que el domingo contra Saprissa se fue en blanco.
“La verdad es que todo delantero sueño con ser goleador, para nadie es un secreto que nosotros vivimos de eso, hay que seguir trabajando, yo estoy tranquilo con lo que estoy haciendo y ojalá se me abra más el marco”, comentó el delantero.
El próximo viernes 16 de agosto Frank cumplirá 28 años de edad, el oriundo de Puntarenas.
Zamora debutó con el Puntarenas FC, pasó por la Liga de Ascenso con Generación Saprissa, regresó a la primera con Carmelita, después otra vez en Segunda con Municipal Grecia, Jicaral - Sercoba, Aserrí y volvió a la máxima categoría con Pérez Zeledón, UCR y con los griegos repitió el torneo pasado.
“Gracias a Dios siempre he sido muy regular y para eso lo llevan a uno a los equipos, el torneo que tuve mucha participación fue en Grecia, pero por dicha se me está dando la oportunidad aquí y se me están dando las cosas”, señaló.
Esa misma regularidad de la que él habla dice que la tiene porque pasa día a día ajustando cositas.
“Hay que trabajar mucho la realidad dentro del área, con los entrenamientos vas afinando cosas que al final de cuentas en el partido se te da", contó.
“Tal vez el cabeceo tengo que mejorar para aprovechar todas las que me quedan. Siempre hay que aprender y afinal todos los detalles, los profes me están ayudando y dando la confianza para ir sumando. Yo estoy sumamente tranquilo, confiando en lo que ese está haciendo y se la responsabilidad que lleva esto, pero todavía falta bastante”, agregó.
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Frank piensa que a futbolistas como él, de equipos pequeños, se les debe valorar más el hecho de ser goleador porque, a diferencia de clubes tradicionales, donde el equipo juega para el delantero estrella, en los clubes pequeños no pasa lo mismo.
Zamora reveló ser fiel creyente en Dios, al que le agradece durante el día todo lo que le da y antes de los partidos siempre se hinca y le pide que lo ayude.
El delantero salió de un torneo Coca Cola después de que jugara en el colegio (Obando Chang), en la Copa del dos mil siete.
