Se jugaba el minuto 49 de la semifinal de ida entre Herediano y Saprissa, cuando el florense Jefferson Brenes cobró un tiro libre. Golazo.
El volante festejó con sus papás, esposa e hija, a quienes lleva en sus espinilleras. Sonrió, miró a la cámara y les dijo “los amo”.
Por esta bonita celebración decidimos buscar a Brenes, quien nos contó que pagó para que le personalizaran sus espinilleras al inicio del torneo y, desde entonces, siente más cerquita de él a sus seres queridos.
“Un día fui a la tienda ‘Solo Cracks’ a comprarme unas camisas. Esta tienda vende artículos oficiales del Herediano y me comentaron que personalizaban las espinilleras, por lo que me llamó la atención y las pedí tal y como las tengo”, expresó.
En una espinillera lleva una imagen de Jesús y la de su esposa Tannia Torres y su pequeña Keidelyn, de 5 años. En la otra tiene su foto suya junto a la de sus papás, Óscar y Cristina. Además, tienen la leyenda Génesis 2:18 y la cita bíblica Proverbios 6:20: “Hijo mío, obedece el mandamiento de tu padre y no abandones la enseñanza de tu madre”.
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Posted by Solo Cracks on Wednesday, December 9, 2020
El jugador dijo que pagó 10 rojos por el trabajito. Las espinilleras son pequeñas, livianas y las fotos están cubiertas por fibra de vidrio.
“Decidí ponerle los versículos porque en ese momento estaba conociendo la palabra de Dios. Y le puedo asegurar que si estoy jugando fútbol, es por obra y gracia de Dios. Y decidí colocar a mi familia, en modo de agradecimiento, por el amor que les tengo y para que me acompañen en cada partido.
“Desde que las compré siento que en mi familia me cuida más de lo normal, ya que ando en las piernas a mi familia y sé que estoy haciendo las cosas bien”, añadió.
Ritual de amor
Jefferson tiene todo un ritual antes de colocárselas.
“Siempre le doy un beso a cada espinillera, para que me protejan las piernas, porque ellas le dan de comer a mi familia. Me encomiendo a ellas”, dijo.
El volante añadió que cuando metió el gol se sintió obligado a enseñarlas, para mostrar el amor por sus seres queridos.
“Las quería mostrar, para que mi familia vea lo que siento por ellos”, dijo el oriundo del barrio San Martín, en Siquirres.
Sobre el cuido de las espinilleras, Brenes explicó que el utilero rojiamarillo, Javier Arroyo, las guarda en una bolsita y se las trata con cariño.
“Javier les pasa un trapito y de vez en cuando las asolea para quitarles la humedad. Me las cuida muy bien, no me las ha rayado ni golpeado”, expresó.
Agradecimiento
El jugador añadió que gracias a sus papás logró cumplir su sueño de jugar fútbol y por esa razón también los homenajeó en las espinilleras.
“Mis papás siempre quisieron ayudarme a cumplir mi sueño. Para ellos es una alegría enorme verme jugar, mis hermanos querían ser jugadores, pero antes no habían tantas facilidades.
“Espero que la vida me permita mejorar como jugador, ojalá algún día ser legionario y ayudar a mis papás, construirles una casa y tener un negocio, para devolverles lo que han hecho por mí”, aseguró.
Mucho esfuerzo
Sobre el gol que anotó en el primer juego de las semifinales, el jugador rojiamarillo, de 23 años, no ocultó su emoción por marcar en un momento clave para el club.
“Nosotros estamos enfocados en hacer bien nuestro trabajo. Lo que pasó ayer me causó risa, porque en los entrenamientos siempre paso practicando y un día Jafet me dijo: ‘Mucho tiro libre, pero no me ha hecho gol’, a lo que yo le respondí: ‘Tranquilo, todo lo estoy dejando para las fases mas importantes’, y ahí está, el gol cayó en el momento justo”, expresó.
Luego del partido, sus papás y su esposa fueron los primeros en llamarlo para felicitarlo por la joya que le anotó a los morados.
“Mis papás me contaron que gritaron tanto que hasta los vecinos los escucharon. Los vecinos son morados, pero a pesar de eso se alegraron por mí y le dijeron a mis papás que había hecho un buen partido”, contó.
Su pequeña Keidelyn es la luz de sus ojos, en este momento está de visita en la casa de sus abuelitos y le hizo una videollamada este jueves por la mañana.
“Ella me dijo que estaba contenta por mí. Para mi hija soy el mejor jugador del mundo y esa es la motivación que necesito para sacar a mi familia adelante. Ella y mi esposa Tania son mis fieles seguidoras”, afirmó.