La final de la Copa América, entre Argentina y Colombia, este domingo a las 6 de la tarde, podría marcar el último tango de la pulga Lionel Messi, al menos en la selección albiceleste.

Con 37 años de edad y después de haber ganado todo lo que quiso, Messi, el más célebre e idolatrado futbolista de los últimos 20 años, le dijo al mundo que sus días dentro de una cancha de fútbol ya se pueden marcar en un calendario.

Y quizás ese conteo regresivo se inicie con la final de la Copa América 2024.

“No es fácil que estemos otra vez en una final, que volvamos a competir por ser campeones. Estoy disfrutándolo muchísimo y siendo consciente, como le pasa a Fideo (Ángel Di María) y a Ota (Nicolás Otamendi), de que son las últimas batallas”, sostuvo el capitán argentino al alcanzar una nueva final con la Albiceleste, la cuarta en solo tres años.

Rey Midas

Campeón del mundo en 2022, campeón de América en 2021 y campeón olímpico en 2008. Ocho Balones de Oro y tres premios The Best de la FIFA como el mejor futbolista del planeta, el balompié se rindió a sus pies con esa su zurda bendecida con la que rompió arcos y récords en los cinco continentes.

“Tuve la suerte de haber conseguido todo en mi carrera (...) Mi premio más grande fue el Mundial. Muchos fanáticos en el mundo querían que Argentina fuese campeón en parte por mí. Ya no me falta nada por conseguir, lo gané todo”, sostiene Messi, el rey Midas del fútbol.

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Veintiún años se cumplirán en noviembre desede aquel debut de Messi como profesional, en un amistoso del FC Barcelona frente al Oporto. Más de dos décadas en las que revolucionó y cambió la historia del fútbol.

Su leyenda en el Barça la escribiría durante 17 temporadas: cuatro Ligas de Campeones, diez Ligas de España, siete Copas del Rey, tres Mundiales de Clubes, ocho Supercopas de España y tres Supercopas de Europa.

¿Decepciones? Claro, también las tuvo. Fue entonces cuando el planeta descubrió que Messi era humano.

Con la Albiceleste perdió cuatro finales, tres de Copa América (2007, 2015 y 2016), y la más dolorosa, la del Mundial 2014 en Brasil frente a Alemania. Como a Maradona, en la final de Italia 1990, la Mannschaft también le dejó una cicatriz en el alma.

Su inesperada y dramática salida del Barça con rumbo al París Saint-Germain, en agosto de 2021, mostró al Messi más vulnerable.

Competitivo como ninguno y en búsqueda de más gloria, quizás Messi intente convertirse en el primer futbolista en disputar seis Mundiales si le da a Scaloni el “ok” para el 2026.

O, quizás, la final de la Copa América sea una de esas que definió como sus “últimas batallas”.