Anthony Gutiérrez, de 25 años, es el feliz dueño de un hermoso Starlet KB61 modelo 82, que roba suspiros cuando pasa por cualquier calle del país.
Gutiérrez, quien es vecino de Carrillos de Alajuela, adquirió a la Ermenegilda hace dos meses y decidió respetar el nombre que le tenía el dueño anterior, pues es un carrito bastante conocido en las exhibiciones de chuzos japoneses antiguos.
“Se lo puso (dueño anterior) en honor al primer carro que tenía el papá de él que era de una línea así. Cuando falleció tenía ese carro, de una línea similar y le puso el nombre que el papá le había puesto a aquel carro”, comentó Anthony.
Pero la historia de cómo llegó la Ermenegilda a su poder es muy interesante, pues antes tuvo otro Starlet con el que no le fue bien.
“Siempre he sido amante de los autos japoneses, de los clásicos y especialmente de la marca Toyota, cuando me gradué del colegio empecé a trabajar con la idea de ahorrar y comprar un carro con esa línea”, comentó.
“En ese momento trabajaba en una empresa médica en Heredia con la que financiaba mis estudios y adquirí un carro Toyota, un AE86, modelo 84, a un precio bastante bajo. A los tres días de tenerlo empezó con un reguero de aceite y resulta que tenía el motor quebrado”, mencionó.
Anthony le metió un montón de plata para levantarlo, pero tampoco tenía licencia, así que el chuzo pasó guardado en la casa hasta que decidió venderlo.
“Era el estudio o el carro y decidí venderlo en el 2019. Con esa plata financié la carrera”, explicó.
Pero la segunda experiencia con la Ermenegilda ha sido un verdadero sueño para Anthony.
“Estoy a punto de obtener el título de Ingeniería Eléctrica y estuve trabajando en un supermercado porque no encontraba trabajo en lo que estudié hasta hace dos meses, que estoy en una empresa muy fuerte y en la que me va bien”, comentó.
“El año pasado, en julio, saqué la licencia y lo que gané en el súper lo ahorré para comprar un carro, pero no sabía cuál adquirir, la línea japonesa clásica tiene un costo de más de dos millones”, contó.
Con perfil. El carrito de Anthony tiene un perfil en Instagram que se llama: la_ermenegilda_cr.
“Cuando estaba buscando qué comprar me topé con la sorpresa de que una persona tenía un carro de domingo, que lo usaba para exponer en los clubes de carros clásicos y estaba en el rango del dinero que tenía, pero observé que la publicación tenía como un mes de haberse publicado. ‘No creo que lo tenga’, me dije, pero llamé”.
Entonces, el anterior dueño le dijo que el carrito aún estaba a la venta y quedaron de verse para ver si convenía hacer trato.
“Hasta me lo dejó más barato del precio original. Funciona bien, no da problema y por fin tengo un carro con la línea que siempre soñé. Recibo halagos gracias al chuzo, incluso he visto en los semáforos gente tomando fotos. Dios lo acomodó todo”.