El panameño Fidel Escobar, defensor del Deportivo Saprissa, negó tener algún problema con su compatriota Freddy Góndola, a raíz de los incidentes ocurridos tras el juego de vuelta ante Alajuelense por la semifinal.
“Lo que pasó fueron roces normales del partido”, manifestó El Comandante.
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Los panameños protagonizaron una bronca que se registró este viernes por la noche, cuando el árbitro Josué Ugalde dio el pitazo final, que le dio la victoria a los morados. Los erizos se quedaron en el camino y no jugarán la final del certamen.
“Todo bien con Freddy, lo que se dio queda en la cancha”, agregó el zaguero saprissista.
Contento
A Escobar se le iluminaba la mirada cuando hablaba del ambiente en el estadio Saprissa y estaba contento con lo que vivió el viernes, en el clásico.
Este era el primer duelo contra los erizos que vivía en el reducto tibaseño.
“Tenía años de no sentir un ambiente como el vivido en este partido. Me llamó la atención y ya sabía lo que se vivía en este estadio, pero vivirlo personalmente es una sensación buena y el respaldo de la afición es importante en casa. Supimos lo que teníamos que hacer dentro del partido y se vio en el resultado”, comentó.
Fidel recalcó que el Sapri va poco a poco y su sueño y el de todos sus compañeros es llegar a disputar la gran final.
“Nos quedan cuatro partidos y llegar a tres clásicos con malla invicta no es fácil. Al principio nos costó un poco, pero vamos paso a paso”, afirmó.
Escobar está tranquilo y en este momento se concentra en ganar su primer título con el Sapri y luego pensará en una posible renovación con el conjunto morado.