Ventas de activos, nuevos patrocinadores y fichajes cinco estrellas: las operaciones multimillonarias se han multiplicado estos últimos meses en el FC Barcelona, que ha hecho todo lo posible por enderezar su situación económica y reforzar su plantilla, de cara a ser de nuevo candidato a ganar La Liga.
Las cantidades dan vértigo. Con una deuda de 1.350 millones de euros (1.378,74 millones de dólares) y después de una separación forzada de la leyenda argentina Lionel Messi en agosto de 2021, el FC Barcelona ha gastado 153 millones de euros (156,25 millones de dólares) en el presente mercado, el club que más ha gastado en el mundo tan sólo por detrás del Chelsea. El objetivo, fichar a jugadores de primer nivel internacional, culminado con la llegada del polaco Robert Lewandowski.
“Empezamos un año muy ilusionante. Queremos ganar títulos esta temporada para poder hacer felices a los culés. Nos dejaremos la piel”, prometió Xavi a los aficionados presentes en el Camp Nou durante el trofeo Joan Gamper, ganado el domingo por 6-0 contra los Pumas de México.
Después de tres años complicados, el Barça ha recuperado la esperanza este verano boreal. “Es una nueva era de esplendor”, avanzó el presidente blaugrana Joan Laporta, durante la presentación del delantero polaco. “Euforia”, titulaba el diario catalán Sport ese día, el 6 de agosto.
Después de la venta del 10% y después del 15% de los ingresos derivados de los derechos televisivos de LaLiga a fondo de inversión estadounidense Sixth Street en julio por 400 millones de euros (408,5 millones de dólares), el FC Barcelona vendió el 24,5% y después el 25% de su filial audiovisual Barça Studios a la plataforma socios.com por 100 millones de euros (102,1 millones de dólares) el 1 de agosto y al fondo de inversión estadounidense GDA Luma por otros 100 millones de euros el 9 de agosto, respectivamente.
En total, 600 millones de euros (612,7 millones de dólares) obtenidos en pocas semanas.
¿El objetivo de estas cuatro palancas? Obtener liquidez rápidamente para sanear la situación financiera, aumentar el límite salarial fijado por LaLiga y poder inscribir a todos sus fichajes (Raphinha, Kessié, Christensen, Koundé, Lewandowski...) antes del inicio del campeonato.
Además, el contrato de patrocinio pactado con Spotify, que incluye el “naming” del Camp Nou y publicidad en las camisetas, aportará cerca de 435 millones de euros (444,26 millones de dólares) a los blaugranas. El mayor contrato de patrocinio de la historia del club.
“Asumo riesgos calculados”, aseguró Laporta en una entrevista con el New York Times a principios del mes de agosto.
“Es un club desesperado, endeudado por 1.300 millones de euros que vende futuras fuentes de ingresos para gastar ese dinero en jugadores con la esperanza de que dará frutos, ¡Es tan arriesgado como una tirada de dados!”, opinó el exjugador inglés Gary Neville en Twitter.
“Es el único club del mundo que no tiene dinero pero que puede comprar a cualquier jugador, ¡es una locura!”, señalaba en julio el técnico del Bayern de Múnich, Julian Nagelsmann.
El lunes, la agencia de calificación de riesgos Fitch mantuvo la nota del Barça en BBB, pero rebajó la perspectiva de “estable” a “negativa”.
Gracias a este mercado XXL, el Barcelona se ha vuelto a convertir en un serio pretendiente al título en LaLiga, en el que los culés debutarán el sábado (19h00 GMT) en el Camp Nou contra el Rayo Vallecano.
Solo el futuro dirá si el método de hipotecar una parte de sus bienes durables para obtener liquidez inmediata da o no sus frutos, con otros equipos como el Betis imitando al Barcelona en la cesión de activos.
A pesar de todo este movimiento, el mercado de los blaugranas todavía no ha terminado. El club estima que le hacen falta todavía 40 millones de euros (41 millones de dólares) para poder inscribir a todos los nuevos fichajes. Para ello, busca dar salida a jugadores como Frenkie de Jong, Martin Braithwaite y Samuel Umtiti.
También se prevé la salida de Memphis Depay, al que la prensa italiana sitúa en la órbita de la Juventus de Turín.
Los medios catalanes han revelado además que el Barça busca además reducir salarios como el de Gerard Piqué y aplazar el pago del salario del capitán Sergio Busquets.
Según The Athletic, el club habría contactado también a la UEFA para saber si podía recibir un avance de sus futuros derechos televisivos de la Liga de Campeones. El problema es que nada puede asegurar que el Barça logre clasificarse para las futuras ediciones.
El sábado empieza el camino hacia ese primer objetivo y hacia los títulos que desea Xavi, para transformar el “milagro económico” en milagro deportivo.